El Gran Premio de Australia tuvo de todo, adelantamientos, tres banderas rojas, accidentes, parones, nueva victoria de Max Verstappen, otro podio más para Fernando Alonso y dos grandes damnificados después de todo lo sucedido: Carlos Sainz Jr. y la escudería Ferrari.
La carrera en el Circuito de Albert Park no empezó bien para Ferrari. Charles Leclerc se quedó fuera a las primeras de cambio. Las esperanzas se posaron entonces en un Carlos Sainz que iba cuarto cuando llegó la segunda bandera roja en Melbourne.
Ahí comenzó el gran lío del Gran Premio de Australia de la Fórmula 1. En el relanzamiento de la carrera, los coches de Carlos Sainz y Fernando Alonso se tocaron, dejando al Aston Martin fuera de la zona de puntos. Sin embargo, otro toque, mucho más grave, entre los Alpine volvió a parar el espectáculo.
Antes de la decisión de la FIA para ver cómo se acababa la carrera, se conoció la sanción a Carlos Sainz. Cinco segundos de penalización, adiós al cuarto puesto y también a sumar algún punto para Ferrari en este tercer Gran Premio de la temporada en el Gran Circo.
"¡No, esto es inaceptable! Necesitan esperar hasta el final de la carrera para hablar conmigo, no por favor, por favor no puede ser así, me quitan todos los puntos", se pudo escuchar a Carlos Sainz por radio en comunicación directa con Ferrari antes de la cuarta salida del día.
Después llegó el momento de ponerse ante el micrófono de DAZN y el piloto español prefirió morderse la lengua: "Es la sanción más injusta que he visto en mi vida". "Antes de hablar contigo y decir cosas realmente malas o malas palabras, preferiría volver con los comisarios, tener una conversación con ellos y tal vez pueda volver y hablar de nuevo. Porque en este momento honestamente no puedo hacerlo, creo que es demasiado injusto y no me siento bien para hablar", continuó.
Enfado en Ferrari
No quiso hablar mucho más "porque igual me sancionan otra vez" dijo. Muy enfadado el piloto madrileño y también Ferrari. Así lo mostró Fred Vasseur: "Mi frustración es más porque tomaron una decisión antes del final, antes de escuchar, con una vuelta detrás del coche de seguridad. Habría tenido sentido esperar a oír a todos. No iba a cambiar el podio en absoluto, no era un drama".
"Creo que es dura. Era la resalida, hemos tenido un contacto similar entre Stroll y Leclerc y no ha habido acción, me frustra que no miren si alguien ha frenado o si todo ha sido del piloto de Ferrari, el otro día les llevo una hora y hoy...", agregó el jefe de la escudería italiana.
Los comisarios justificaron su decisión de la siguiente manera: "Para evitar dudas, tomamos en cuenta el hecho de que esta colisión tuvo lugar en la primera vuelta del reinicio, cuando, por convención, los comisarios suelen tener una visión más indulgente de los incidentes. Sin embargo, en este caso particular, a pesar del hecho de que fue el equivalente a un incidente en la primera vuelta, consideramos que había espacio suficiente para que el coche 55 tomara medidas para evitar la colisión y no lo hizo".