A los aficionados a la Fórmula 1 se les estará haciendo larga a la espera. Sobre todo a los españoles, que en el inicio del Mundial de 2023 han podido vibrar con un Fernando Alonso que ha vuelto a los puestos de arriba. El piloto asturiano no se ha bajado del podio en las tres primeras carreras y querrá seguir en esa dinámica.
En dos semanas se podrá comprobar. La Fórmula 1 ya atraviesa el ecuador de su parón primaveral y queda lo mismo para la siguiente carrera, la del GP de Azerbaiyán en Bakú, que lo que se ha cumplido ya de la última, celebrada en Melbourne. Sin embargo, no quiere decir eso que este mes haya sido de vacaciones.
El Gran Circo tiene su gira parada, pero de las fábricas de cada escudería no ha dejado de salir humo. Vistas las posiciones de cada uno tras las tres primeras pruebas el año, los equipos ahora trabajan en mejoras para sus coches que puedan alterar el orden de la parrilla. A partir de Bakú, todo puede volver a cambiar.
El objetivo de todos es, al menos, hacer que Red Bull pueda parecer batible. El que más cerca se ha mostrado hasta ahora ha sido Fernando Alonso con el AMR23 de Aston Martin. El salto de la marca británica ha sido una sorpresa para todos, incluido para ella misma. Ahora el objetivo en la fábrica de Silverstone es dar otro paso hacia delante y para el resto emular el impulso dado por esta.
En Aston Martin mantienen el plan de desarrollo previsto para este año. La prioridad ahora es mejorar el rendimiento el AMR23 en las rectas y la escudería tiene previsto introducir un nuevo alerón trasero en Bakú. Es la apuesta para intentar solucionar el gran lastre aerodinámico de este coche, que ha demostrado tener otras virtudes que lo hacen muy competitivo.
Pero la cosa no se queda ahí. Aston Martin llevará otras pequeñas mejoras y pretende seguir haciendo lo mismo en las carreras de Emilia Romaña, Canadá y Gran Bretaña. Una evolución constante para ir a por Red Bull. La realidad es que la escudería austriaca está lejos: "Estamos sustancialmente detrás de ellos. Incluso si se quedan inmóviles, la brecha sería grande para alcanzarlos en una temporada", reconoció Mike Krack, jefe de Fernando Alonso y Lance Stroll, esta semana.
También dijo que usan la distancia con sus otros rivales como un factor orientativo, Aston Martin se centra en lo suyo: "Además, tienen una infraestructura diferente, una potencia de fuego diferente a la nuestra. Por supuesto, tomamos el coche más rápido como referencia. Simplemente no nos volvemos locos y miramos constantemente las distancias a Ferrari, Mercedes y Alpine. Eso es inútil".
Ahora bien, cada uno está haciendo lo suyo y los mensajes que mandan las otras escuderías estos días son positivos. Sería extraño lo contrario, hay que decirlo, pero todos confían en dar con la tecla tras se rebasados por Aston Martin en el inicio del Mundial y esta a años luz de Red Bull.
Mercedes, por ejemplo, está centrando su trabajo estas semanas en modificar el equilibrio de su W14 para hacerlo más manejable dar mayor confianza a George Russell y Lewis Hamilton al volante. Para ello, están trabajando en algunos compuestos de suspensión diferentes. Aún así, la expectativa de cara a Bakú no es tan buena como lo que se vio en Australia por las condiciones del trazado.
En Ferrari, tras un desastroso arranque de Mundial, están ilusionados desde el día en el que dieron con la clave de por qué este SF-23 no respondía según lo esperado. A partir de eso, se ha desarrollado un plan de mejoras que estará repartido en tres fases: un nuevo difusor en Bakú, suspensión trasera en Imola y un nuevo concepto de pontones para Barcelona. La escudería italiano poco a poco irá mutando hasta asemejarse al RB19 de Red Bull, aunque llegará tarde para competir por el Mundial.
Y, por último, se encuentra Alpine. La marca francesa ha avisado de que estrenará una gran mejora en Bakú y alguna más en Miami. Lo esperado es ganar tres décimas por vuelta, con la misma ganancia prevista para otro paquete que llegará en verano. La exescudería de Alonso quiere ser una amenaza para Aston Martin y, por lo pronto, cree que competirá contra Mercedes en la prueba de Azerbaiyán.
Y Red Bull, a lo suyo
Como se ve, cada escudería confía en sus nuevas piezas. Mientras tanto, Red Bull sigue a lo suyo. El líder del Mundial, tanto de pilotos como de constructores, tiene margen para trabajar con tranquilidad, a pesar de la penalización en las horas de túnel de viento que limita sus pruebas. El RB19 es excelente, habiendo nacido con una clara superioridad sobre el resto.
Aún así, Red Bull irá añadiendo pequeñas mejoras con el transcurrir de las carreras. En Bakú se esperan algunas, nada significativo que vaya a cambiar la esencia de un monoplazada que lleva tres de tres en el inicio del Mundial. La clave, por tanto, está en lo que puedan crecer el resto y si hay otro milagro como lo ha sido el salto dado por Aston Martin tras el trabajo realizado en invierno.