Entre los aficionados de la Fórmula 1 se ha instalado una especie de culto en torno a la '33'. Este número jamás fue tan mágico ni tan potente como ahora desde que esta temporada por fin Fernando Alonso vuelve a tener opciones reales de alcanzar esta cifra de victorias en el Gran Circo. Lo que está haciendo con Aston Martin en cada carrera sigue siendo digno de estudio y cada vez levanta más loas, aunque lo extraordinario empieza a convertirse en costumbre.
Este pasado fin de semana, el piloto asturiano fue un paso más allá en sus increíbles resultados de esta temporada y no sólo firmó su podio 103 en la Fórmula 1, sino que se subió al segundo escalón de mismo. En el Gran Premio de Mónaco, seguramente el más emblemático de toda la temporada, Alonso firmó su mejor puesto del curso y todavía queda la duda de qué podría haber pasado en el caso de que su equipo no se hubiera equivocado con la estrategia.
En Aston Martin no supieron interpretar bien los neumáticos que exigía la carrera a poco más de 20 vueltas para el final. Hicieron entrar a Fernando en boxes en dos vueltas consecutivas, un error de bulto que dio al traste con las ya de por sí escasas opciones que tenía el asturiano de presionar a Verstappen en el tramo final de la carrera. El tiempo perdido en esa segunda parada fue fundamental aunque por suerte para el español su segundo puesto no llegó a peligrar en ningún momento.
Alonso se ha convertido en un claro candidato al subcampeonato. Parece que Max Verstappen y su Red Bull están en un nivel absolutamente inalcanzable para el resto de pilotos de la parrilla, pero se abre un nuevo objetivo en el horizonte que es el de finalizar segundo en el Mundial. Para ello, dicho sea de paso, no estaría de más alguna que otra ayuda de su compañero de equipo en Aston Martin, un Lance Stroll que ni siquiera pudo terminar la carrera.
La estrategia fallida
En una carrera como el Gran Premio de Mónaco en el que es prácticamente imposible adelantar, la importancia que tienen las paradas en boxes y la elección de los neumáticos es absolutamente trascendental. En esos pit stop se deciden carreras y podios, y fue precisamente eso lo que le impidió a Fernando Alonso haber tenido alguna oportunidad de pelear por la '33'.
El español sigue afilando el cuchillo e ilusionando, y su segunda posición le coloca mucho más cerca de ello. Hacía 9 años, desde el Gran Premio de Hungría en 2014, que Alonso no se subía a la segunda plaza, y aunque la distancia en carrera con Verstappen fue sideral, de ahí a la victoria tan sólo queda un último paso, algo que parecía imposible hace unos meses antes de que arrancara la temporada.
Casi 28 segundos separaron en Mónaco a Verstappen y a Fernando Alonso al final de la carrera. Ese es el tiempo, más o menos, que se emplea en pasar por boxes si la parada se sucede sin sobresaltos. Y una parada de más es precisamente lo que hizo el asturiano en Montecarlo por el grave error de Aston Martin.
Corría la vuelta 55 de carrera y entonces hizo acto de presencia la lluvia. Con el agua sobre el circuito, el panorama cambiaba completamente, así que Aston Martin se quiso anticipar y llamó Fernando Alonso a boxes. La jugada parecía bien hecha hasta que se vio que los mecánicos ponían en su coche unos neumáticos medios en lugar de los intermedios para la lluvia.
En Red Bull llamaron también a filas a Verstappen pero ahí sí que entendieron bien lo que exigía la carrera en ese momento, un juego de intermedios para afrontar lo que quedaba. Inmediatamente, en Aston Martin se dieron cuenta de que habían fallado así que no dudaron en mandar a boxes otra vez a Fernando Alonso en la siguiente vuelta. Ahí sí que se decidieron por los intermedios, asumiendo que se habían equivocado y que debían rectificar cuanto antes.
Ese tiempo precioso que perdió Fernando Alonso con un doble paso por boxes que nunca debería haberse producido penalizó al piloto asturiano que con la lluvia podría haberle metido presión a Max Verstappen. Sin embargo, el español salió muy lejos del holandés y no hubo la más mínima opción a ello.
El subcampeonato, a la vista
Fernando Alonso ha demostrado más que de sobra ser capaz de pelear casi por cualquier cosa en este Mundial. Se le resiste una victoria, es cierto, pero ya ha tocado las otras dos posiciones del podio y además de manera habitual. Por eso, de repente se dibuja en el horizonte un nuevo objetivo realista que es el de alcanzar el subcampeonato.
Después de su segunda plaza, el español es tercero en la clasificación general del Mundial con 93 puntos. Esto quiere decir que el monopolio doble de los Red Bull puede estar cerca de acabarse porque Checo Pérez, segundo, tiene sólo 12 puntos más que Fernando Alonso. No puede despistarse más el mexicano si no quiere verse sorprendido por el asturiano en la carrera por el subcampeonato, porque alcanzar a Verstappen parece imposible a todas luces.
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Ahí el papel de Stroll, el compañero de equipo de Fernando Alonso, también puede ser fundamental tanto a la hora de restar puntos a Pérez como para que Aston Martin se consolide como segundo en el Mundial de Constructores. El '0' que sumó Stroll en Mónaco penalizó a Aston Martin, que aunque es segundo por detrás de Red Bull tan sólo tiene 4 puntos de ventaja sobre Mercedes.
Quedar en la segunda plaza en el Mundial de Constructores desde luego que sería un gran éxito para Aston Martin. Red Bull está a años luz del resto, pero encabezar la carrera del resto de escuderías supondría un éxito rotundo para la marca británica este curso.