La Fórmula 1 es un auténtico monopolio de Max Verstappen. El holandés sumó en el Gran Premio de España su quinta victoria de la temporada tras siete carreras disputadas y sigue encarrilando el Mundial pese a que todavía queda mucha temporada por delante. La emoción por el título parece prácticamente descartada en lo que queda de año, y casi también la intriga por ver quien gana cada carrera, porque el de Red Bull no deja nada para el resto y empieza a convertir cada Gran Premio en algo monótono.
El resto se pelean por las migajas. En esta ocasión fue Lewis Hamilton el más avispado, el mejor del resto de los mortales, porque el británico se coló en la segunda posición y eso que salía desde la cuarta plaza. Es su segundo podio de la temporada, un puesto que ilusiona a Mercedes, ya que Russell finalizó tercero.
Carlos Sainz, que partía segundo tras hacer una gran clasificación el sábado, se desinfló en la carrera y se quedó sin podio. El de Ferrari tan sólo pudo ser quinto y sigue luchando en un inicio de temporada que no está siendo sencillo ni brillante para él.
Menos contento finalizó, sin embargo, Fernando Alonso. El asturiano acabó séptimo y es cierto que mejoró dos posiciones en la carrera con respecto a cómo salía, pero este puesto supone un gran pinchazo al globo que se ha venido inflando desde el inicio de la temporada. Es la peor actuación del piloto de Aston Martin precisamente corriendo en casa, donde la afición había acudido en masa creyendo en la '33'.
Verstappen y nada más
Lo de Max Verstappen en Barcelona fue un paseo de los buenos. Domina de manera insultante en cada circuito y, salvo catástrofe o un mal día, que puede tenerlo, será así hasta el final de la temporada. La Fórmula 1 tiene dueño y los demás tan sólo pueden ir a su rebufo.
Carlos Sainz salía segundo y estuvo cerca de meter el coche al líder en la primera curva, aunque prefirió esperar y ver qué pasaba en la carrera. Lo que sucedió fue que el de Ferrari se fue desinflando poco a poco con el paso de las vueltas y perdió su posición privilegiada viendo cómo los Mercedes le pasaban.
En esta salida, Fernando Alonso, que partía desde la novena plaza, consiguió adelantar dos puestos sobre todo gracias al toque de Norris con Hamilton. Decía el asturiano que lo máximo a lo que podía aspirar en este Gran Premio era un top 5, pero se quedó lejos de conseguirlo.
Fue un gran día para los Mercedes porque la carrera colocó a Hamilton en la tercera plaza. Buena actuación del británico, que se hizo con su segundo podio de la temporada a base de insistir. Pero no sólo eso, sino que Russell completó el doblete de la escudería en lo que puede ser un vuelto con Aston Martin en el Mundial de Constructores.
El público español fue a Montmeló para ver la '33' o para presenciar una gesta de Carlos Sainz, pero se quedó a medias. La hinchada se ilusionó con el segundo puesto del asturiano en los libres y con la misma plaza del madrileño en la clasificación, pero al final ni podio, ni remontada, ni mucho menos victoria. La próxima cita tendrá lugar en Canadá dentro de dos semanas.