No le importan ni las distancias, ni los circuitos, ni las condiciones meteorológicas. Max Verstappen gana dónde y cuándo se lo proponga, y eso es exactamente lo que hizo en la carrera al sprint del Gran Premio de Bélgica. El piloto de Red Bull fue el más rápido en las 11 vueltas que duró este evento accidentado que terminó con Fernando Alonso haciendo trompos y fuera de carrera.
Verstappen es un piloto intratable. No saldrá desde la pole el domingo por culpa de una sanción que tendrá que cumplir, pero ya ha avisado de que está preparado para remontar y pasar a quien haga falta en la carrera larga. El holandés arrasó en las distancias cortas, sorteó los múltiples accidentes que se dieron y ganó con autoridad. Más puntos para su zurrón.
Segundo finalizó un gran Piastri, que sumó para McLaren y demostró que están dispuestos a dar guerra, mientras que el tercer cajón del podio aquí fue para un Alpine, concretamente para el de Gasly. Sorprendente rendimiento del francés para sumar unos buenos puntos.
El mejor español fue Carlos Sainz, que finalizó cuarto, justo por delante de su compañero de equipo Charles Leclerc. Peor le fueron las cosas a Fernando Alonso, que en la tercera vuelta de esta carrera al sprint tuvo que abandonar. En un viraje de izquierdas, perdió por completo el control de su Aston Martin y terminó en la gravilla, aunque gracias a su habilidad consiguió evitar lo que iba a ser un golpe seguro contra el muro.
Verstappen, más líder
La carrera al sprint repartía los primeros puntos del fin de semana en el Gran Premio de Bélgica, y cuando hay algo en juego Max Verstappen no perdona absolutamente nada. El neerlandés por eso se mostró como el gran dominador de la carrera y se hizo con los 8 puntos que se llevaba el vencedor de esta pequeña prueba.
Con el Safety Car haciendo constantemente su aparición, Oscar Piastri consiguió salvar perfectamente la situación y subirse al segundo cajón del podio por delante de otro invitado que rara vez se deja caer por los primeros puestos como es Pierre Gasly. El de Alpine le dio un balón de oxígeno a su escudería.
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Checo Pérez parecía que tenía buen ritmo este fin de semana como para pelear por las primeras plazas, pero los problemas mecánicos hicieron su aparición y le volvieron a jugar una mala pasada. El mexicano fue perdiendo posiciones con Hamilton, Sainz y el resto de contrincantes, así que tuvo que abandonar la carrera.
También lo hizo Fernando Alonso, aunque en esta ocasión por motivos diferentes. El asturiano perdió el control de su Aston Martin en un giro de izquierdas a gran velocidad como consecuencia del asfalto mojado y eso le llevó directamente a la gravilla. Allí siguió haciendo trompos, pero consiguió frenar en el último suspiro antes de estrellarse contra el muro. El asturiano espera una mejor actuación en la carrera de este domingo.