Max Verstappen volvió a alzar los brazos y a cruzar la meta el primero. El de Red Bull ha convertido algo extraordinario en su rutina y en el Gran Premio de Estados Unidos no iba a ser diferente. Fue el mejor sobre el asfalto, aunque tuvo que sudar más de lo esperado para batir a un gran Lewis Hamilton, que acabó segundo. Tras la carrera, el británico fue llamado a comisarios por una infracción en su monoplaza y finalmente fue descalificado. Sainz, que acabó cuarto, lograba así el podio subiendo a la tercera plaza mientras que su compañero de equipo, Charles Leclerc, también fue descalificado por el mismo motivo que Hamilton. [Así te contamos el Gran Premio de EEUU]
El británico siete veces campeón del mundo le plantó una titánica batalla a Verstappen en el circuito de Las Américas, pero el actual campeón del mundo supo aguantar sus embestidas. Aún así, no estuvo todo asegurado hasta ver la bandera a cuadros, pues vio cómo Hamilton se acercaba en exceso y únicamente le faltó una vuelta más para cazarle.
Lando Norris, que acabó tercero, finalmente logró la segunda plaza -tras la descalificación de su compatriota- a bordo de su McLaren, que contuvo a los Ferrari de Carlos Sainz y Charles Leclerc. El monegasco partía desde la pole, pero entre el poco ritmo de carrera y la mala estrategia de la escudería roja fue cayendo puestos. Su sanción, así como la de Hamilton, se debieron a que sus monoplazas no dieron la altura mínima en la plancha central de resina en el suelo.
La noticia negativa llegó con Fernando Alonso. El español no pudo terminar una más que notable carrera debido a problemas en su fondo plano. De hecho, cuando dijo adiós, estaba en octava posición pese a salir desde el pit lane. Ahora, le toca a él y a su escudería pensar en la próxima carrera.
Frenético comienzo
El frenesí se apoderó del Gran Premio de Estados Unidos nada más arrancar. Charles Leclerc perdió su privilegio de liderar la carrera en favor de Lando Norris y se llegó a tocar un luchador Carlos Sainz. Por detrás de ellos, venían los tiburones, pues Verstappen y Hamilton salieron hambrientos.
Lando Norris estuvo liderando durante varias vueltas, llegando al ecuador de la misma en la primera posición. Sin embargo, se sabía que la victoria no estaba en su volante y que todo hacía indicar que Verstappen y Hamilton, que tiene un idilio con este circuito, se lo iban a jugar con la estrategia como protagonista.
El neerlandés y el británico mantenían una ardua batalla en la que el neerlandés iba ganando. Por detrás, los Ferrari buscaban el podio tras el baile de paradas y Leclerc y Sainz, que no estuvieron cerca de sus dos rivales, parecían destinados a pugnar duramente por la tercera posición con Lando Norris.
Mientras tanto, Fernando Alonso superó la mitad de la carrera y lo hizo dando una buena imagen. El Aston Martin no volaba, pero él se acercaba cada vez más a los puntos, casi una quimera al arrancar la carrera desde el box.
La recta final de la carrera entró con Max Verstappen como líder y con Hamilton obligado a realizar una remontada épica. Aún así, nada estaba resuelto y encima había un invitado inesperado a diez vueltas para el final como Lando Norris, siempre peligroso con su McLaren.
Verstappen sufría en cada giro, la ventaja parecía ser más exigua de lo esperado y la figura de Hamilton emergía cada vez más grande en el retrovisor. Mientras tanto, Alonso abandonaba por un problema técnico. La buena gestión de ruedas del Red Bull hizo Max se llevase la victoria, no sin suspense, pues al británico tan apenas le faltó una vuelta más para pelearle de tú a tú.
Una victoria, probablemente la más difícil del campeoanto, para Max Verstappen. El neerlandés sigue dominando con puño de hierro y continúa haciendo historia en esto de la Fórmula 1. En cuanto a Sainz, tercer podio del año para él y otro arreón de puntos en la clasificación del Mundial para acercarse a Alonso.