Como en los viejos tiempos, Fernando Alonso volvió a hacer vibrar a sus más fieles seguidores con un Gran Premio de Fórmula 1. El piloto español se subió de nuevo al podio después de firmar una actuación brillante en Brasil y sobre todo tras firmar una batalla épica con Checo Pérez en las últimas vueltas.
El asturiano vio como el mexicano llegaba lanzado por detrás y fue reduciendo tiempo paulatinamente hasta que en los últimos giros entró en zona de DRS. El Red Bull cogió la aspiración del Aston Martin y llegó a ponerse por delante, así que parecía que Fernando Alonso se iba a quedar sin podio a apenas unas curvas del final, pero entonces el bicampeón de mundo volvió a demostrar que es uno de los mejores del planeta a los mandos de un monoplaza.
Ya dentro de la última vuelta Alonso se pegó a Pérez como una lapa, se abrió buscando una trazada alternativa y logró adelantar al americano. Este tercer escalón del podio, sin embargo, se iba a decidir en la misma recta de meta porque Pérez aún pudo coger la aspiración de Fernando Alonso.
La 'foto finish' dictaminó que el de Aston Martin logró quedarse con ese meritorio tercer puesto por apenas 53 milésimas, un final de infarto que puso a prueba los corazones de los pilotos y de todos los aficionados que estaban siguiendo la prueba en directo.
Poco más de 4 metros fueron los que separaron a Fernando Alonso de Checo Pérez en la línea de meta, una distancia escasa para unos vehículos que rozan los 300 kilómetros por hora sobre el asfalto.
Su podio 106
Fernando Alonso sigue agrandando su leyenda a sus 42 años. Con este último, su palmarés ostenta ya hasta 106 podios, pero sin duda este del Gran Premio de Brasil ha sido uno de los más apretados de todos.
"Si tío, sí sí. Eso ha sido increíble", le dijeron al asturiano desde la radio. "Esto es para vosotros, chicos, esto es para vosotros. Para todos en la fábrica, para todo el mundo, esto es para todos. Muchas gracias", respondió Fernando Alonso cuando emprendía la vuelta a boxes tras ser tercero por delante de Checho Pérez.
Este tercer puesto viene a confirmar una mejora de Aston Martin muy clara con respecto a lo que venía ofreciendo la escudería británica en los últimos Grandes Premios. Ahora bien, queda la duda de si esta 'resurrección' perdurará hasta el final de temporada o, por el contrario, será algo pasajero.