Charles Leclerc fue víctima el año pasado de un robo en la región de Lucca, en la Toscana italiana. El reconocido piloto de Fórmula 1 fue asaltado por unos individuos que, haciéndose pasar por admiradores, le sustrajeron un reloj por valor de dos millones de euros y se dieron a la fuga.
Ahora, el Tribunal de Lucca ha condenado a dos de los ladrones a una dura pena de 10 años de prisión. Otra tercera persona implicada en este intento de robo fue condenada a 6 años de cárcel mientras que todavía hay un cuarto implicado que aún no ha recibido el juicio pertinente. Les saldrá caro, por lo tanto, a todos estos cacos su intención de hacerse con el reloj millonario del piloto.
Tres de estos cuatro implicados en el robo solicitaron un juicio rápido después de haber sido identificados como autores del delito. Ahora, un año y siete meses después de que todo aquello sucediera en las calles de Lucca ya han recibido su veredicto mientras el cuarto implicado sigue esperando para conocer la sanción que le será impuesta por la justicia.
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Los dos hombres de 30 y 20 años, ambos oriundos de Nápoles, a los que se atribuyó la autoría material del robo, fueron condenados a 10 años y 8 meses de prisión. La mujer de 30 años implicada, también de Nápoles, recibió una condena menor, de 6 años y 5 meses, al haber sido solo una vigilante que avisaría en caso de peligro para sus compañeros.
Dos de los implicados fueron también acusados de un robo en 2021 contra una turista francesa, a la que agredieron y amenazaron con una pistola de la que dispararon dos balas de fogueo, y a la que le robaron un reloj valorado en 80.000 euros.
Pidieron una foto
Los ladrones tenían perfectamente estudiada la estrategia que tenían que seguir para cometer el robo al piloto de Ferrari. El 18 de abril de 2022, aprovechando la presencia de Charles Leclerc en Italia, se acercaron hasta el deportista a la salida de un restaurante donde había estado cenando con unos amigos para pedirle una foto.
El piloto accedió amablemente a posar para esa fotografía, pero pocos minutos después de ello se dio cuenta de que no tenía en su muñeca un reloj de lujo de la marca Richard Mile. El objeto, valorado en unos 2 millones de euros, había sido sustraído por estos dos individuos en el momento de hacerse la foto.
Leclerc trató de buscar por la ciudad a los cacos, pero resultó una misión imposible porque la banda de atracadores tenía un plan de fuga perfectamente estudiado. Los dos hombres que robaron el reloj huyeron rápidamente en moto mientras que las otras dos personas implicadas en el robo consiguieron evitar la persecución de Leclerc taponando su paso con un coche.
Las autoridades siguieron la pista de esta joya de lujo y el reloj fue encontrado en España unos meses después de que se produjera el robo en Italia.