Felipe Massa demanda a FIA, FOM y Ecclestone por el GP de Singapur 2008

Felipe Massa se ha cansado de esperar y finalmente ha decidido llevar a cabo su amenaza de llevar ante los tribunales a FIA y Fórmula 1 para reclamar el título de campeón del mundo de F1 de 2008.

En un comunicado emitido por su despacho de abogados, Viera Rezende advogados, se explica que la demanda ha sido presentada este 11 de marzo ante el Tribunal Superior de Londres, en Inglaterra, contra la FOM, propietaria de los derechos comerciales de la Fórmula 1, Bernie Ecclesonte, y la Federación Internacional del Automovilismo.

Massa pretende que se le reconozca como el legítimo campeón de ese curso y que se le indemnice económicamente por el perjuicio sufrido (una suma que puede oscilar entre los 75 y los 175 millones de euros).

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Hay que tener presente que el mismo Ecclestone reconoció que tanto él como Max Mosley, a la sazón presidente de la FIA, tenían conocimiento de lo sucedido en el controvertido 'Crashgate'. Cuando el magnate británico declaró que sabía lo acaecido, Massa se lanzó a reclamar lo que considera que le quitaron.

El 'crashgate' de 2008

El origen de todo lo ocurrido se remonta al campeonato del mundo de 2008. Una temporada que significó el primer mundial de Lewis Hamilton en la Fórmula 1. El heptacampeón se hizo con su primera corona por un solo punto respecto a Massa.

En el GP de Singapur tuvo lugar el 'crashgate'. Justo antes de la carrera, Flavio Briatore, el por entonces jefe de Renault, y Pat Symonds, director técnico de la escudería, se reunieron con Nelson Piquet Jr, compañero de equipo de Alonso. En dicha reunión los jefes le pidieron al piloto brasileño que provocara su propio accidente para favorecer al bicampeón, y éste accedió.

Esto acabó ocurriendo y el gran beneficiado fue Lewis Hamilton. Por contra, Massa perdió en esa carrera unos puntos muy valiosos que le podrían haber coronado campeón del mundo. 

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Pasó el tiempo y Nelson Piquer Jr aseguró haberse sentido coaccionado por Briatore, pues su renovación todavía estaba pendiente de realizarse y sintió miedo de no continuar en el equipo francés. Por ello, la FIA abrió una investigación y llamó a declarar a los implicados.

Finalmente, la FIA castigó al por entonces jefe de Renault con la prohibición de acudir a cualquier evento relacionado con la Fórmula 1 de por vida, y a Symonds se le aplicó la misma prohibición durante cinco años. Mientras, Alonso y Piquet salieron impunes, pues no hubo manera de relacionar al asturiano con el suceso y Nelson Piquet Senior se encargó de que su hijo tuviera inmunidad si testificaba.