Dominó casi de principio a fin. Fue insultantemente superior a sus rivales y no dio opción alguna a la sorpresa en el Gran Premio de China. De este modo, Max Verstappen sumó su cuarto triunfo de la temporada y cerró un fin de semana triunfal tras imponerse también en la prueba al Sprint. [Así te hemos contado el Gran Premio de China]
Al triple campeón del mundo le acompañaron en el podio Lando Norris y Checo Pérez. Por detrás, Carlos Sainz solo pudo terminar quinto en una carrera de pura supervivencia y Fernando Alonso acabó en la séptima posición tras un final apoteósico donde devoró a numerosos rivales.
El de Aston Martin fue capaz de sacarle el máximo provecho a las gomas medias en el tramo final de la carrera y logró realizar hasta cinco adelantamientos. El premio, más allá de quedar en la séptima plaza, fue arrebatarle la vuelta rápida de carrera al todopoderoso Max Verstappen. Una recompensa menor, pero que vuelve a demostrar que es capaz de explotar el AMR24 por encima de sus posibilidades.
La carrera estuvo marcada por los dos Safety Car que hubo. El primero se produjo tras el abandono de Valtteri Bottas y la dificultad de los operarios para retirarlo de la pista. El segundo llegó justo cuando el otro se marchó. Un doble accidente con Stroll arrollando a Ricciardo y con Magnussen tocándose con Tsunoda provocó que el ritmo decayese notablemente cuando el Gran Premio alcanzaba el ecuador de la prueba.
La próxima prueba del Mundial llevará a los pilotos a Miami. Una cita completamente diferente donde se pondrá de nuevo bajo el foco el dominio de los Red Bull. Mientras tanto, Verstappen duerme plácidamente en lo alto de la clasificación y nadie parece capaz de moverle de ahí.
Del sueño a la realidad
Fernando Alonso, a pesar de tener un monoplaza notablemente inferior, comenzó a dar guerra desde el inicio. El piloto de Aston Martin adelantó a Checo Pérez en la salida y quiso plantear batalla a Max Verstappen, que no le dio ni una sola oportunidad. Aún así, consiguió aguantar el tipo durante varias vueltas al mexicano.
El dominio de los Red Bull contrastó con la batalla que había por detrás. El ritmo de Fernando Alonso provocó que se generase un pequeño tapón y eso dio lugar a distintas batallas sobre la pista. Leclerc y Sainz lucharon por la posición en el arranque, que cayó del lado del monegasco.
Checo Pérez y Lando Norris consiguieron pasar a un desfondado Alonso que no tuvo más remedio que visitar los boxes para conseguir revitalizar sus neumáticos. El doble Safety Car por el abandono de Bottas y los accidentes de Stroll y Magnussen provocaron que el baile de paradas fuese constante durante casi las diez vueltas que duraron.
La aparición del coche de seguridad fastidió los planes de Fernando Alonso. El asturiano había montado gomas blandas, pero esas vueltas de más sin poder adelantar le hicieron perder unas oportunidades únicas. Con las únicas intrigas de cuánto le iban a durar las gomas y de quién iba a ocupar el tercer cajón del podio, la carrera entró en su recta final.
Max Verstappen lideraba a su antojo con un sorprendente Lando Norris en la segunda posición. Checo Pérez fue capaz de ganarle la partida a Leclerc en el tramo final y Carlos Sainz, en tierra de nadie, luchó para mantener sus neumáticos. Alonso, que montó medios en el tercio decisivo, consiguió cinco adelantamientos y una vuelta rápida de carrera que le llevó a la séptima plaza.
Nadie fue capaz de poner en duda el dominio de Verstappen, que sumó su cuarto triunfo en cinco carreras y refuerza su liderato en el Mundial de Fórmula 1 sobre Checo Pérez.