"Es un desastre". Esa fue la frase que dijo por la radio de su equipo Max Verstappen cuando empezó a ser consciente de que no iba a poder sobrepasar a Lando Norris en este Gran Premio de Miami. Por suerte el deporte sigue siendo imprevisible y hasta en la Fórmula 1, que parece guionizada en los últimos tiempos, a veces suceden cosas extrañas. [Así vivimos el Gran Premio de Miami]
Lando Norris se llevó la victoria en esta carrera por delante de un Max Verstappen que esta vez tuvo que escuchar un himno diferente al suyo en el podio. Se dieron circunstancias excepcionales, es cierto, con un coche de seguridad y otro virtual en plena carrera, pero el neerlandés no fue en esta ocasión ese piloto infalible que parecía estar al margen de cualquier incidencia.
Ese "desastre" del que hablaba el de Red Bull ya lo quisieran muchos para sí mismos, pero cuando alguien está acostumbrado a ganar día sí y día también todo lo que no sea colgarse la medalla de oro le parece el fin del mundo.
Un momento de la salida del GP de Miami.
Sainz, quinto por una sanción
El podio lo completó Charles Leclerc. El de Ferrari terminó por delante de su compañero de equipo, un batallador Carlos Sainz que durante muchas vueltas protagonizó una batalla encarnizada con Oscar Piastri. Un duelo que enervó al madrileño como pocas veces se ha visto. Carlos cruzó la meta cuarto, pero la FIA le sancionó con cinco segundos al seer considerado culpable de colisionar con el McLaren en la prueba 39 de la prueba. La sanción provocó la pérdida de posición del español en favor de 'Checo'.
Fernando Alonso, sin hacer demasiado ruido, terminó en la novena posición tras su último adelantamiento a Ocon. Arrancaba desde la décimoquinta plaza, así que entrar en los puntos es un pequeño triunfo para él.
Norris, la sorpresa
En un circuito con tan pocas escapatorias cada movimiento se debe medir al milímetro, y eso fue precisamente lo que no hizo Checo Pérez a las primeras de cambio. En la primera curva con todo el pelotón de coches separado por apenas milímetros, el mexicano se pasó de frenada. Por suerte no pasó nada, pero estuvo a punto de llevarse por delante a los pilotos que salían en los primeros puestos.
Sainz perdió una plaza en las primeras vueltas y el gran beneficiado de este pequeño caos fue Piastri. El de McLaren recuperó tres posiciones y se plantó en la tercera plaza por méritos propios.
Parecía otro día más en la oficina, otra de esas carreras en las que Verstappen pone velocidad de crucero y manda de principio a fin, pero el guion de esta prueba tenía guardados varios giros de tuerca inesperados.
Verstappen, con Leclerc al fondo.
Piastri pasó a Leclerc para llegar hasta la segunda posición y eso hizo que Carlos Sainz se encontrara con su compañero de equipo justo por delante. Tenía más ritmo, eso era innegable, y así se lo hizo saber a Ferrari a través de la radio, pero no hubo decisiones de equipo y Sainz se quedó por detrás del monegasco.
Tardaron en llegar las primeras paradas en boxes, un melón que abrió Pérez, y en ese tramo en el que todos se distribuían para entrar a hacer un pequeño alto se produjo un incidente con Max Verstappen como protagonista.
En la primera muestra de que algo no iba a ser como siempre, el neerlandés cometió un error de cálculo, entró pasado a una chicane y se llevó por delante el bolardo que la delimitaba. El objeto quedó esparcido por la pista así que apareció el coche de seguridad virtual para poder limpiar el asfalto.
Aquello cambió poco el escenario, pero es que poco después iba a hacer su entrada en escena el coche de seguridad tras un accidente entre Sargeant y Magnussen. Eso cerró las distancias y sobre todo cogió a Max Verstappen por detrás de Norris, un escenario inesperado para el de Red Bull, que se iba a ver a remolque.
Norris celebra su victoria en el GP de Miami.
El neerlandés trató de meterle el coche al líder de la carrera cuando se volvió a disparar la carrera, pero fueron intentos inútiles y poco a poco el de McLaren se fue distanciando. "Es un desastre", esgrimió Verstappen por la radio, quejándose de que no podía girar bien su coche.
Por detrás, Sainz se pudo quitar de encima a Piastri después de una batalla tremenda y un cabreo monumental por una acción en la que pidió una sanción. Pero el castigo acabó siendo, tras la carrera, para él. Fernando Alonso, por su parte, fue recuperando terreno en la zona media de la clasificación.
Lando Norris no falló en las últimas vueltas y se citó con la historia porque logró su primera victoria en la Fórmula 1, un escenario jamás visto para él. Verstappen y Leclerc cerraron el podio. Fernando Alonso, tras remontar varias posiciones, tuvo que conformarse con la novena posición.