El tramo de temporada europeo de Fórmula 1 ha comenzado con sorpresas. Los primeros ensayos del Gran Premio de Imola han dejado a Ferrari como gran candidato al triunfo y han mostrado a un Max Verstappen desconocido.
Tan solo se han disputado las dos sesiones de entrenamientos libres, pero parece claro que el dominio de Red Bull no es tan abrumador como en las primeras carreras del campeonato. A la escudería austriaca ya se le escapó la victoria en Miami y en Emilia Romagna no han empezado tampoco con buen pie.
Sin duda, Charles Leclerc está siendo el gran protagonista en lo que llevamos del fin de semana. El monegasco ha liderado ambas sesiones de entrenamientos, aunque no con demasiada suficiencia. Sus rivales, desde Piastri, Russell, Sainz o el propio Verstappen han estado al acecho en todo momento. Pero lo importante es que Red Bull ya no es inalcanzable.
Quien todavía sigue alejado de los primeros puestos es Aston Martin. La escudería británica llegaba con un paquete de mejoras a Imola, pero de momento parece que no están surtiendo el efecto esperado. Pero aún es pronto.
Fernando Alonso se tuvo que conformar con el décimo tiempo en la segunda sesión de entrenamientos libres, superado por el Visa RB de Tsunoda o el Haas de Hulkenberg entre otros. Seis coches diferentes en total, lo que no augura un buen fin de semana para los de Silverstone, salvo que el sábado den con una buena ventana de trabajo para la calificación, algo que no está descartado, por supuesto. Hay mucho nuevo que acoplar en su sitio y puede suceder.
La importancia de la pole
Lo que está claro es que lo visto este viernes sobre el asfalto no deja de ser un ensayo para la sesión de clasificación del sábado. Ahí llega el momento de la verdad para todos los pilotos.
Más aún teniendo en cuenta las características del circuito de Imola. Un trazado en el que apenas existen puntos de adelantamientos por lo que la pole position puede tener un valor muy importante.
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A pesar del dominio de los de Maranello, no cabe duda de que el rival a batir volverá a ser Max Verstappen. El neerlandés siempre ofrece un punto extra cuando todo está en juego y se espera que haga lo mismo este sábado. Debe dar un golpe sobre la mesa si quiere dejar claro que no tendrá rival para hacerse con su cuarto título de campeón del mundo.