"Hay muchas incógnitas. Honestamente, en lugar de hablar sobre cosas como esta, yo preferiría no prometer demasiado, no generar demasiadas expectativas y ver qué pasa", aseguraba Mike Krack antes de que los coches comenzaran a rodar en el trazado de Imola el pasado fin de semana. El CEO de Aston Martin mandaba un mensaje de cautela a sus seguidores que más tarde se vería como un intento de que sus aficionados no perdieran la esperanza en las opciones a medio plazo de Fernando Alonso y Lance Stroll.
El AMR24 se mostró todo el fin de semana complicado de conducir, las 'mejoras' que llevó el equipo a este Gran Premio cambiaron el comportamiento del monoplaza, no para bien sino para hacerlo más nervioso, y sin solucionar los problemas de degradación que arrastran desde el inicio de la temporada.
En el pasado Gran Premio de la Emilia-Romaña todo salió mal para Aston Martin. "Hemos intentado primero defendernos de Ocon, para que Lance tuviera un poco más de espacio cuando saliera. Al final hemos intentado hacer la vuelta rápida, pero no nos hemos entendido muy bien Lance y yo para conseguirla", explicaba Fernando Alonso resignado tras la carrera explicando la falta de coordinación en el equipo para intentar arrebatar la vuelta rápida de carrera a George Russell.
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Un año para equivocarse
Pese a que resulte duro, ese 2024 está marcado en negro para Aston Martin. Es difícil imaginarse a la estructura de Silverstone remontando la distancia con Red Bull, McLaren, Ferrari o incluso Mercedes. Todo lo que puedan mejorar los coches verdes lo irán haciendo en mayor o menor medida sus rivales y eso hace que ponerse a su altura sea una carrera de fondo.
Pese al mal momento de la escudería, que se une a final de 2023 en decadencia, sorprende que la actitud de Fernando Alonso no es como en otros tiempos en Alpine o los años más duros en su segunda etapa en McLaren. "Fernando no está enfadado, está resignado", aseguraba Antonio Lobato en su análisis en el portal SoyMotor tras el Gran Premio de la Emilia-Romaña.
"Hemos intentado dar información al equipo con los dos coches con dos configuraciones de reglajes. Hemos tenido una semana llena de altibajos, y a ver si el equipo puede recoger todos estos datos y llegar más fuertes a Mónaco", aseguraba Alonso tras la prueba en Imola. Pese a todos los problemas Aston Martin trató de aprovechar al máximo la carrera y planteó un test de esos que la FIA no permite desde hace años.
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Ya en 2023, Aston Martin planteó carreras que pintaban muy complicadas tras la clasificación como test para rescatar los datos más fidedignos posibles. Aquellos planteamientos y mucho trabajo en la fábrica lograron que los ingenieros recuperaran el ritmo y en el final de temporada el AMR23 parecía haber recuperado el rumbo.
"Me gusta Mónaco porque es un circuito histórico, solo que ahí toda la carrera es el sábado, luego ya es una precesión el domingo así que tenemos que concentrarlo todo en la crono y hacer una vuelta perfecta para salir arriba", concluía el piloto español en su análisis sobre la última prueba del campeonato de Fórmula 1 2024.
Fernando Alonso no tiene otra opción más que resignarse en los malos momentos y seguir confiando en toda la estructura técnica que Aston Martin lleva componiendo en los últimos años. Fichar a los mejores no es sinónimo de éxito inmediato en Fórmula 1, pero antes que Lawrence Stroll otros como Red Bull ya construyeron equipos ganadores de la nada con proyectos a medio y largo plazo que reunieron a magníficos equipos humanos y técnicos.
La nueva fábrica de Silverstone, el nuevo túnel de viento, los fichajes en el equipo de ingenieros, pese a que Adrian Newey parece más cerca de Ferrari que de ellos, el grupo capitaneado por Dan Fallows tiene a su disposición medios para solucionar los problemas.
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El gran reto para Fernando Alonso será estar al 100% para que cuando las piezas se alineen en la fábrica todo vuelva a encajar como en el incio de la temporada 2023. Al otro lado del box del español, el problema para Aston Martin es que Lance Stroll sigue estancado en su rendimiento mediocre con o sin avances en el coche.
Si la temporada pasada no logró subirse al podio pese a los ocho que logró el español y su mejor puesto fue un quinto en el GP de Australia, en 2024 los resultados son aún peores. Lance ha puntuado en tres carreras y su mejor puesto es un sexto en Melbourne. Stroll suma 11 puntos en lo que va de año frente a los 33 de Alonso, algo que hace imposible la batalla con Mercedes por el cuarto puesto del mundial de constructores.
Aston Martin tiene muchos retos por delante si quiere evolucionar, pero parece que desde Alonso hasta la cúpula directiva tienen claro que si hay que fallar este es el momento. Todo este tiempo no es sino una prueba para 2026. La temporada en la que la Fórmula 1 cambiará y para la que la escudería británica lleva años preparándose.
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Desde el 1 de enero de 2025, la FIA dará luz verde al trabajo en los nuevos coches y los nuevos motores. La alianza con Honda y Aramco deben de resultar claves en la evolución del monoplaza, el reto será que todas las piezas encajen y todos remen a la vez y en la misma dirección.
Es todo esto lo que deben afinar en Silverstone el próximo año y medio porque problemas como los vividos en las dos últimas temporada de fallos en las evoluciones serán una condena a partir de 2026 y lastrarán al equipo en sus expectativas de luchar por el título.
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