No fue el fin de semana de Aston Martin en general y Fernando Alonso en particular, como tampoco lo está siendo la temporada. Montmeló fue un capítulo más de la serie en la que están atrapados la escudería británica y el piloto español y que se rueda en la zona media de la tabla, en tierra de nadie.
El AMR 24 no tuvo ritmo, no daba para atacar y tampoco para defenderse y está perdiendo terreno con sus rivales que poco a poco van dando pasos hacia delante. Alonso espera la llegada de las mejoras como agua de mayo, aunque estas tardarán en llegar. Al menos no serán a corto plazo, pues los motores únicamente rugirán en Austria y Silverstone antes del parón.
Será en Hungría cuando arriben unas mejoras anheladas por el asturiano. "No, no va a haber mejoras, es lo que hay. Ojalá fuese otro deporte en el que le pones más energía o le pones más ganas y cambien las cosas. Espero las mejoras, pero también las esperaba el año pasado y al principio de este", reconoce un frustrado Fernando.
Además, Alonso aboga por mantener los pies en el suelo y no crear expectativas que otras ocasiones no se han materializado en resultado. "No vamos a prometer nada, vamos a trabajar duro. Cuando lleguen nuevas piezas al coche, antes de anunciarlas vamos a comprobar y si van bien las disfrutaremos y si van mal intentaremos mejorarlas. Es el momento de poner cosas en la pista y no prometer nada, sólo trabajar", afirma el bicampeón del mundo.
Las mejoras no llegarán hasta Hungría, por lo que los dos próximos grandes premios se antojan confusos para la escudería británica. "Austria y Silverstone van a ser dos fines de semana complicados. No va a haber nada mágico de aquí a Austria. Los coches van a ser parecidos aquí, en general va a ser muy difícil puntuar en los próximos grandes premios, pero habrá que intentarlo".
Espera Hungría como agua de mayo
"Depende del circuito, las características y que puede cambiar un poco el orden de la parrilla, pero es lo que hay. Toca, como decía ayer, apretar los dientes, unas cuantas carreras, quizás incluso como hoy luchando por puntuar o sin puntuar, pero aprendiendo cosas importantes del coche y cuando lleguen tiempos mejores intentar disfrutarlos y no cometer ningún error cuando lleguen", dice el asturiano.
Por último, Alonso lastimó no haber brindado una gran actuación al público español que abarrotó las gradas de Montmeló. "Te sabe mal por ellos porque quieres darles una alegría. Te muestran un apoyo incondicional desde el jueves, incluso hoy. Yo creo que en la vuelta ahora que venía de vuelta a boxes, incluso no puntuando, se veía como una fiesta en todas las gradas porque vienen a disfrutar y ojalá podamos volver el año que viene más fuertes y en lo que queda de año, aunque no estén en el circuito, que en la televisión puedan disfrutar también", explica un Fernando que se va de Barcelona con mal sabor de boca y poca paciencia.