Aston Martin y Fernando Alonso afrontan la carrera de este domingo en Hungría con un buen sabor de boca. El dejado tras la clasificación. Tanto el asturiano como su compañero Lance Stroll se colaron en la Q3 y firmaron un séptimo y octavo puesto respectivamente de gran mérito. 

De las últimas siete carreras, solo el sexto puesto de Canadá mejora la clasificación obtenida por Fernando en Budapest. Lo que refleja una mejoría de Aston Martin tras varios grandes premios en el ostacrismo. El paquete de mejoras funciona, al menos a una vuelta, todavía está por el ver el rendimiento en una tanda larga y exigente como lo es una carrera. 

Pero en todo caso, el escenario ya ha cambiado. "Traer un paquete a la pista que funciona como se esperaba es un poco de alivio y un poco menos de presión sobre el equipo. Era muy necesario, así que estamos felices por eso, estoy feliz por el equipo. Hemos metido los dos coches en Q3. Gracias a las nuevas piezas somos un poco más competitivos", aseguró la prensa desplazada a Budapest tras bajarse del monoplaza.

Tras uno libres cargados de interrogantes, el AMR24 funcionó a una vuelta. Ahora es turno de ganar vueltas en la pista para comprender lo mejor posible el comportamiento del monoplaza a las nuevas actualizaciones. "Estamos más cerca de los mejores equipos y no tenemos los problemas de Barcelona o Austria. Siento más agarre en las curvas y una mejor degradación. Cuantas más vueltas demos, más aprenderemos sobre el nuevo paquete", detalla el asturiano. 

Se marchó contento al box, pero un sabor agridulce que en esta ocasión nada tenía ver el AMR24, la FIA fue su diana. Mostraron una bandera roja tras el accidente de Tsunoda en Q3 que impidió a Fernando completar la vuelta en la que venía mejorando su anterior registro. Además, el Aston Martin fue llevado al parque cerrado antes de finalizar la sesión.

"He tenido un fin de semana de una mala suerte importante. No pude completar ni una vuelta con las blandas en los entrenamientos libres. Además, la FIA a veces lo hace bien y otras veces comete errores groseros, y hoy ha cometido uno. Ha puesto la bandera roja cuando estaba en la última curva, lo cual es sorprendente teniendo un accidente en la curva ocho. Normalmente siempre esperan a que los coches completen la vuelta, esa es la norma hablada", aseguró Alonso antes de explicar el maltendido que le llevó junto a su compañero de equipo al parque cerrado. 

"Y luego, al entrar en el pit lane, a Lance y a mí nos han metido en parque cerrado. Nos hemos bajado del coche. Luego nos han dicho que la Q3 volvía a empezar, hemos vuelto al coche, nos han apretado los cinturones, pero no tenía más neumáticos. Esa décima y media que venía mejorando hasta la última curva, sin saber cómo está la clasificación, quizás no cambie nada, pero esto de entrar en el parque cerrado y reabrirlo después no sucede en estas carreras", añadió. 

En cualquier caso, Aston Martin en general y Fernando Alonso en particular afrontan la carrera de este domingo con energías y escenario renovado. El paquete de mejoras funciona.