Tras el parón veraniego la Fórmula 1 arriba en la casa por antonomasia de la velocidad, Monza, con el Mundial en ebullición. McLaren ha conseguido dar emoción al campeonato y trasladar la incertidumbre a Red Bull. Se tiñe de naranja lo que antes brillaba bajo el azul marino de la escudería austriaca. Norris repitió triunfo al llevarse la pole sobre un Verstappen que se hundió hasta el séptimo puesto.
La pole estaba cara en Monza. Hasta seis pilotos opositaban a la primera línea de la parrilla. Unas candidaturas con más argumentos que otras, pero la igualdad alcanzaba su cénit tras los entrenamientos libres en los que una décima y media separó a los cinco primeros clasificados. El pescado no estaba vendido para nadie. La Q3 de Monza se barruntaba imprevisible.
Aunque McLaren en general y Norris en particular volvieron a dar un golpe al Mundial. El británico, con una vuelta mala según él mismo, volvió a ser el más rápido. Dice mucho del potencial del McLaren que Lando se haya llevado la pole sin necesidad de exprimir su monoplaza. Este domingo partirá primero, con Piastri, su compañero de equipo, escoltándolo desde la segunda posición.
Un doblete naranja que golpea el Mundial. Norris, más allá de ganar carreras, necesita que varios pilotos se cuelen entre él y Verstappen y así sucedió en Italia. El neerlandés deberá tirar de manual de supervivencia para paliar el séptimo puesto desde el que partirá. Por delante, los dos Ferrari y los dos Mercedes obstaculuizan su camino hasta llegar a los McLaren.
Verstappen estuvo tapado desde el viernes. Sufre con su monoplaza huérfano de velocidad punta en el momento clave de la Q3. En su primer intento fue octavo y el segundo únicamente le valió para ganar una posición. Tal es el bajón de Red Bull que Pérez se vio obligado a gastar dos gomas blandas para superar la Q1. El mexicano, partirá octavo, por detrás de su compañero de equipo.
Los Mercedes tenían mucho que decir. Las mejoras se asentaron y rindieron en Spa, donde consiguieron un doblete hasta la descalificación de Russell. Hamilton aglutinó a lo largo del fin de semana papeletas para lograr la pole. Y el inglés, ya anunciado como piloto de Ferrari, se gustó en la casa de la escudería italiana, su nuevo hogar a partir de 2025.
Saldrá sexto por detrás de un Carlos Sainz que amagó con pelear por la pole en los primeros sectores de su vuelta rápida, pero se tuvo que conformar con el quinto puesto. El español oposita a pelear por el tercer escalón del podio. Todo lo contrario Alonso, al que no le alcanzó para superar la Q2. Partirá undécimo. "Mejor de lo esperado" llegó a decir el asturiano. Italia tampoco le sienta bien a Aston Martin. ¿Habrá algún circuito de aquí a final de temporada que sí lo haga?