Misterio resuelto. 24 horas después del anuncio de una rueda de prensa urgente, se convierte en realidad lo que era un secreto a voces por el paddock. Adrian Newey, el gurú de la Fórmula 1, ficha por Aston Martin. El fichaje, anunciado como prólogo del GP de Azerbaiyán, emerge como una alianza que amenaza con redefinir el espectro competitivo del Gran Circo.
Ferrari, el otro gran competidor por hacerse con sus servicios, perdió la carrera con la escudería británica cuando Lawrence Stroll le llevó a visitar la fábrica y el ingeniero quedó seducido por el proyecto. El magnate canadiense ha realizado una millonaria inversión para disponer de instalaciones punteras, a la altura de las de los equipos ganadores.
Con túnel de viento y simulador propios. Se acaba así la dependencia de Mercedes. El 2026 se vislumbra en la escudería de Silverstone como un géiser al éxito. Con la nueva normativa en el horizonte, contar con Newey supone ir un paso por delante. Su habilidad para diseñar monoplazas ganadores ha sido una constante a lo largo de su carrera. Para el recuerdo queda el RB6, con el que Vettel consiguió su primer Mundial, y el resto de coches diseñados con los que apabulló el piloto alemán durante cuatro años.
"Sentía que necesitaba un nuevo reto. Y hacía finales de abril decidí que quería hacer algo distinto. Pasé mucho tiempo con mi mujer debatiendo qué tenía que hacer a continuación, nos tomamos nuestro tiempo para decidir. He tenido mucha suerte en haber conseguido lo que aspiraba desde hace 12 años, ese deseo de ser ingeniero en automovilismo", fueron las primeras palabras de Newey con Aston Martin.
"Hay que mantenerse fresco y necesitaba un nuevo reto para ello. Lawrence y yo nos hemos ido conociendo a lo largo de los años. Anuncié que dejaba mi equipo y esto halagado de que muchos equipos se hayan interesado. Pero, Lawrence y su entusiasmo son muy persuasivos. Si miras atrás, hace 20 años, los jefes de equipo eran los dueños, y en esta nueva era él es el único dueño activo en el equipo. Es un sentimiento distinto, de la antigua escuela. La opción de ser accionista y socio nunca se me había ofrecido, tenía ganas de desarrollar y esto fue una decisión natural", añadió.
Talento y un sueldo millonario
El movimiento de la escudería no ha estado detenido pese al parón veraniego. Corrieron en los despachos para firmar a los mejores ingenieros de la parrilla. Anunciaron los fichajes de Andy Cowell, antiguo director de motores de Mercedes y Enrico Cardile, hasta la fecha encargado del área técnica de Ferrari.
"El equipo es cada vez más fuerte y más atractivo. Los mejores ingenieros, los mejores diseñadores. Todos vienen a Aston Martin. La dirección es la correcta para lo que queda de año y, sobre todo, para el futuro con ese 2026 con un cambio en las regulaciones. Estoy preparado para disfrutar tras el volante", insistió Alonso hace unas semanas.
La visita a la fábrica enderezó un fichaje cuyo contrato, millonario, terminó de precintar. A sus 65 años, Newey firma cinco años a razón de 35 millones de libras -30 de euros- cada temporada. Superando el sueldo de la mayoría de los pilotos, incluido Fernando Alonso. Además, se convertirá en accionista de Aston Martin.
A Enrico Cardile y Andy Cowell, recién llegados, se suma ahora Newey, que deja atrás a una escudería, Red Bull, que tambalea. En lo deportivo se ven obligados a mirar el retrovisor ante la vigorosidad con la que llegan los McLaren, y más allá del asfalto, el 'Horner-Gate' dejó muy tocado al equipo. La investigación interna a Christian Horner por presunto comportamiento inapropiado con una empleada sacudió los cimientos del box que estuvieron cerca de romperse y de ver a Verstappen fuera del equipo.
A la cuarta va la vencida
Después de dos intentos fallidos de unir a Red Bull y Fernando Alonso en un mismo monoplaza, y la negativa del ingeniero a la oferta de Ferrari cuando el asturiano pilotaba para el Cavallino Rampante, ambos se encuentran en Aston Martin bajo el marco del ocaso de sus carreras. Nexo anhelado por Newey.
"Fernando Alonso es alguien con quien siempre he querido trabajar. Lamento que nunca haya sucedido porque tengo un respeto tremendo por él. En 2013, hubo una breve conversación entre los dos durante el GP de Spa, pero desafortunadamente, nunca llegó a producirse una colaboración", aseguró Newey.
Más de una década después de aquella infructuosa conversación, los caminos se han juntado para que diseñen un monoplaza ganador. Con las vistas puestas en dar el salto en 2026, cuando entre en vigor el nuevo cambio de normativa. Aston Martin posee talento dentro y fuera de la pista, es hora de explotarlo.