No ha sido un fin de semana tranquilo el de Max Verstappen en el Gran Premio de Singapur. El líder del Mundial, con 52 puntos de ventaja a falta de seis carreras, fue segundo frente a un intratable Lando Norris y, además, fue protagonista de la gran polémica en el paddock. Todo por una palabra malsonante.
En la rueda de prensa del jueves, Verstappen dijo que "el coche estaba jodido". Esa expresión que utilizó le costó declarar ante los comisarios y ser castigado con "servicios comunitarios", aún sin concretar. La sanción llegó después de que Ben Sulayem, presidente de la FIA, declarara que los pilotos tenían que cuidar el lenguaje y "no hablar como raperos".
Verstappen no dio crédito ante la reacción de la FIA y se mostró contrariado durante todo el fin de semana. Sus comparecencias ante los medios, en la rueda de prensa oficial y la que sigue a la carrera, fueron cortantes. No se explayó hasta la aparición paralela que hizo ante los micrófonos en una convocatoria que realizó en el hospitality de Red Bull. Ahí sí soltó lo que se guardaba dentro.
"No voy a dar respuestas largas cuando me tratan así", dijo sobre su postura. "Nunca he sentido que tuviera mala relación con ellos [con la FIA], incluso este año hice trabajo voluntario con comisarios júnior. Les di media hora de entrevista. Yo intento ayudar. No suelo decir que no, si me piden algo lo hago, pero luego me tratan así. Pues no funciona así, así que si es obligatorio responder [en las ruedas de prensa], nadie dice cuánto tiene que durar la respuesta", señaló.
Verstappen reveló que, cuando expuso su caso a la asociación de pilotos, "todos se empezaron a reír; les parece una tonteria". Y recordó lo ocurrido con Carlos Sainz, cuando fue sancionado por 25.000 euros (reducidos a 12.500 si no reincide) al cruzar la pista en dirección garaje después de un accidente que tuvo. "Tuvo una multa por cruzar la pista. ¿Pero esto qué es? Bandera roja, los coches están entrando, es una situación segura y él sabe lo que hace. Para mí esto es ridículo, no somos estúpidos. Desde el momento en el que los comisarios lo anotan, es una tontería", expusó.
"No quiero tener que lidiar con estas tonterías [...] y no es manera de seguir en este deporte"
Afectado, Verstappen se sinceró sobre la dureza a la que son sometidos los pilotos: "Si no puedes ser tú mismo, es mejor no hablar. Y en el fondo, eso es lo que nadie quiere. Tienes que poder mostrar tus emociones porque esto es deporte. Yo siempre voy a ser yo mismo, no voy a cambiar mi manera de ser en la vida ni aquí".
Max, que dijo que "no es solo la FIA, también la F1 y cómo operan juntas", lanzó una amenaza por lo ocurrido: "Esta clase de cosas también influyen en mi futuro, cuando no puedes ser tu mismo y tienes que lidiar con esta clase de estupideces. El éxito está bien y también las carreras, pero cuando has tenido éxito y has ganado títulos lo que quieres es pasártelo bien. Todos van al límite, delante y detrás en la parrilla. Pero estoy en un momento de mi carrera en el que no quiero tener que tratar constantemente con estas tonterías, es realmente exigente y no es manera de seguir en este deporte".