La llegada de Adrian Newey a Aston Martin es sin duda uno de los movimientos más esperados dentro del mundo de la Fórmula 1. Con un historial impresionante en la escudería Red Bull, donde fue pieza clave en el éxito del equipo, el ingeniero británico no aterrizará en Silverstone hasta marzo de 2025. Pero su llegada no será sencilla.
Adrian Newey ha sido tajante sobre cumplir estrictamente su periodo de 'gardening', un término usado en el ámbito laboral para referirse al tiempo de inactividad obligatoria que ciertos profesionales deben cumplir tras cambiar de equipo, especialmente en sectores competitivos como la Fórmula 1.
Durante este tiempo, Newey no podrá tener ningún tipo de contacto ni colaboración directa con Aston Martin, ni mucho menos involucrarse en decisiones clave que puedan moldear el equipo antes de su llegada oficial.
Este hecho ha generado una gran sorpresa dentro del equipo de Silverstone. Según lo revelado por el piloto Dani Juncadella en el podcast "F1 sin fanatismos", el gurú de la aerodinámica fue consultado por miembros del equipo sobre los pasos a seguir hasta que pueda incorporarse de manera oficial o cómo resolver algunos de sus problemas actuales en el monoplaza.
La respuesta del ingeniero británico fue tajante: no colaborará con el equipo hasta el día de su entrada en marzo de 2025. ¿El motivo? Newey ha dejado claro que, al incorporarse, lo primero que hará será ejecutar una serie de despidos estratégicos. Según sus palabras, hay personas dentro del equipo que no formarán parte de su visión para el futuro, y su temor es que esas personas filtren que el británico ha colaborado durante su 'gardening'.
Este enfoque de Adrian Newey subraya no solo su compromiso con Aston Martin, sino también su deseo de establecer una estructura totalmente nueva y a su medida, sin influencias previas o interferencias que puedan comprometer el trabajo que pretende llevar a cabo.
Centrado en 2026
El principal objetivo de Newey es lograr una sinergia perfecta entre todos los departamentos clave de Aston Martin para desarrollar un monoplaza competitivo para 2026, año en que entrará en vigor una nueva normativa reglamentaria en la Fórmula 1.
Aunque su llegada está programada para marzo de 2025, Newey tendrá que ponerse al día rápidamente para liderar la creación del coche que buscará llevar al equipo al podio de forma constante.
A pesar de las expectativas, el enfoque de Adrian Newey no está en el monoplaza de 2025, el AMR25, sino en el coche de 2026, que será el primero que llevará completamente su sello.
Según declaraciones recogidas, Newey planea trabajar principalmente en integrar los departamentos de aerodinámica, diseño mecánico y rendimiento del vehículo, asegurando que estos operen en perfecta sintonía. Esto, combinado con el papel de Honda como proveedor exclusivo de unidades de potencia, será clave en el éxito del equipo bajo su dirección.
Newey también ha dejado entrever que las nuevas reglas permitirán una interacción aún más profunda entre el chasis y la unidad de potencia, algo que él considera una oportunidad para que Aston Martin construya un coche competitivo desde cero. En este contexto, la colaboración con Honda, que ya ha demostrado su capacidad de éxito con Red Bull, será vital.
Desde dentro
Pedro Martínez de la Rosa, actual embajador de Aston Martin y antiguo compañero de Newey en McLaren, conoce de primera mano la mentalidad del británico y la magnitud del impacto que tendrá en el equipo de Silverstone.
En sus años trabajando juntos, De la Rosa pudo observar de cerca la forma en la que Newey aborda cada proyecto, y destaca su capacidad para escuchar y proponer soluciones innovadoras.
"No todos los equipos están preparados para incorporar una figura como Adrian", dijo De la Rosa, dejando entrever que el fichaje de Newey no solo es un golpe de efecto para Aston Martin, sino también un desafío para el equipo, que deberá estar a la altura de sus exigencias y de su enfoque meticuloso.
A pesar de la expectación que genera la llegada de Newey, De la Rosa también advirtió que no será un cambio inmediato. "Tenemos que mirar a largo plazo", señaló, haciendo referencia a la importancia de no esperar resultados inmediatos en 2025, sino más bien en 2026, cuando la nueva normativa y las innovaciones técnicas de Newey comiencen a mostrar sus frutos.
Newey y Honda
El proyecto de Aston Martin, dirigido por Lawrence Stroll, ha sido meticulosamente diseñado para capitalizar la llegada de grandes nombres como Adrian Newey y la colaboración con Honda.
El nuevo campus tecnológico de Silverstone, el túnel de viento, y el simulador de última generación están listos, lo que garantiza que Newey y su equipo tendrán las herramientas necesarias para construir un coche competitivo que permita al equipo luchar por posiciones de podio.
Honda será un pilar fundamental en esta nueva era de Aston Martin. Tal y como sucedió con Red Bull, el fabricante japonés no solo proporcionará las unidades de potencia, sino que trabajará en estrecha colaboración con Newey para adaptar el motor a sus exigencias de diseño.
Este nivel de integración será crucial, especialmente con la llegada de los nuevos motores híbridos V6 en 2026, que introducirán un 50% más de energía eléctrica y combustible 100% renovable, un reto técnico que requerirá toda la experiencia de Honda, Aramco (proveedor de los combustibles) y de Newey.
La incorporación del británico a Aston Martin representa un cambio trascendental para el equipo. Aunque su entrada oficial no se producirá hasta 2025, ya se vislumbran importantes movimientos y decisiones que marcarán el futuro de la escudería.
Su compromiso de no involucrarse prematuramente y la visión clara que tiene para el equipo demuestran que su llegada será el inicio de una nueva era en la que la ambición de Lawrence Stroll se materializará en resultados tangibles, especialmente de cara a 2026.