El mundo del deporte siempre ha admirado la figura de Michael Schumacher, el siete veces campeón del mundo de Fórmula 1. Sin embargo, desde su fatídico accidente de esquí en diciembre de 2013, la vida del piloto alemán y su familia han dado un giro radical.
El accidente, ocurrido en los Alpes franceses, dejó a Schumacher con graves lesiones cerebrales que lo alejaron por completo de la vida pública. Desde entonces, su familia ha optado por mantener los detalles sobre su estado de salud en un estricto secreto, protegiendo su privacidad y evitando cualquier tipo de especulación sobre su recuperación.
Sin embargo, en las últimas semanas, han surgido nuevas informaciones sobre la presencia de Michel en un evento muy especial: la boda de su hija, Gina, en la villa familiar que tienen desde hace años en Mallorca. Lugar en el que actualmente residen tanto el expiloto como su mujer Corinna.
Un atisbo de esperanza
El pasado fin de semana, Michael Schumacher hizo su primera aparición pública en más de una década al asistir a la boda de su hija mayor, Gina Schumacher, quien contrajo matrimonio con Iain Bethke en la villa familiar en Mallorca.
Este evento ha sido un tema de gran interés mediático, no solo por la magnitud del acontecimiento en la vida de Gina, sino también porque representó la primera vez en años que se tuvo conocimiento de la presencia del expiloto de Fórmula 1 en un evento social. Aunque los detalles sobre su estado de salud siguen siendo escasos, la asistencia del piloto fue un rayo de esperanza para sus seguidores.
El enlace se celebró en la lujosa propiedad que la familia adquirió en la isla balear en 2017, por una suma cercana a los 32 millones de libras. La boda se mantuvo bajo estrictas normas de privacidad: los invitados no podían llevar teléfonos móviles ni dispositivos de grabación para evitar cualquier filtración de imágenes o información sobre la salud de Michael. Este tipo de precauciones no sorprende, dada la férrea protección que su esposa, Corinna Schumacher, ha mantenido sobre su privacidad desde el accidente.
La comunicación de Schumacher
A pesar de las buenas noticias sobre su presencia en la boda de Gina, la realidad sobre el estado de Michael Schumacher sigue siendo dolorosa. Diversas fuentes han confirmado que el expiloto ya no puede hablar y que se comunica exclusivamente con sus ojos.
Esta revelación fue inicialmente hecha por Elisabetta Gregoraci, la exesposa de Flavio Briatore, antiguo jefe de Schumacher en su etapa en Benetton. Durante una entrevista, Gregoraci dijo: "Michael no habla, se comunica con los ojos. Solo tres personas pueden visitarlo, y yo sé quiénes son. Se han mudado a España y su esposa ha instalado un hospital en la casa".
Esta información fue prácticamente confirmada por Mick Schumacher, el hijo de Michael, en un documental de Netflix sobre la vida de su padre que se lanzó en 2021. En ese documental, Mick declaró: "Creo que papá y yo nos entenderíamos de una manera diferente ahora". Estas palabras sugieren que, aunque la comunicación verbal es imposible, la conexión emocional y familiar sigue presente de una forma muy especial.
El día a día
El estado de salud de Michael Schumacher es descrito por quienes lo han visitado como una "vida diferente". Jean Todt, antiguo jefe de Ferrari y gran amigo de Schumacher, es una de las pocas personas que ha tenido acceso al piloto en los últimos años.
En diversas entrevistas, Todt ha explicado cómo ha cambiado la vida de su amigo desde el accidente: "Michael está aquí, así que no lo extraño, pero no es el Michael que solíamos conocer. Es diferente, y está maravillosamente guiado por su esposa y sus hijos, quienes lo protegen".
Todt también ha revelado que, aunque la vida de Schumacher ya no es la misma, aún comparte momentos valiosos con él. De hecho, Todt ha admitido que en ocasiones ve las carreras de Fórmula 1 con Schumacher, lo que sugiere que, a pesar de su condición, el piloto sigue de alguna manera conectado con el deporte que lo consagró como una leyenda.
Un patrimonio protegido
Desde el accidente, la familia Schumacher ha tomado medidas extremas para garantizar la atención médica continua de Michael. En 2014, después de pasar meses en coma inducido, Schumacher regresó a su hogar en Suiza, donde comenzó su largo y arduo proceso de recuperación. Aunque su familia ha sido discreta sobre los detalles específicos de su tratamiento, se sabe que recibe atención médica las 24 horas del día.
En 2020, surgieron informaciones de que la familia Schumacher había trasladado permanentemente su residencia a la villa en Mallorca, donde Corinna habría creado una especie de hospital privado para que su marido recibiera el mejor cuidado posible.
A pesar de que en ese momento la propia Corinna desmintió los rumores, los comentarios de Gregoraci sobre la mudanza a España y la creación de un centro médico en su hogar parecen haber dado mayor credibilidad a esta información.
Por otro lado, el patrimonio de los Schumacher ha sido fundamental para financiar su atención médica de alta calidad. Según diversas fuentes, el expiloto amasó una fortuna que ronda los 600 millones de dólares gracias a su exitosa carrera en la Fórmula 1 y a contratos lucrativos con marcas como Shell.
Esta riqueza ha permitido a su familia mantener un nivel de vida privilegiado, así como garantizarle a Michael la atención que necesita. Además de la villa en Mallorca, la familia posee una imponente mansión en Suiza, valorada en 50 millones de libras, y un rancho en Texas donde su hija Gina, una destacada jinete, entrena con caballos.
Un legado que perdura
A pesar de su silencio y ausencia prolongada en la vida pública, Michael Schumacher sigue siendo una figura de gran relevancia en el mundo del deporte. Su legado como uno de los mejores pilotos de todos los tiempos no ha disminuido con el tiempo, y su familia continúa protegiéndolo tanto en el ámbito personal como financiero.
Aunque las esperanzas de una recuperación completa son prácticamente inexistentes, según algunas fuentes cercanas a la familia, la presencia de Schumacher en la boda de su hija Gina es un recordatorio de que, aunque la vida del campeón ha cambiado para siempre, su espíritu sigue vivo.
La privacidad que la familia Schumacher ha elegido mantener sobre el estado de salud de Michael es comprensible, considerando el impacto emocional de los últimos diez años. Sin embargo, los pequeños destellos de información que surgen, como su asistencia a la boda de su hija, son una señal de que, en medio de la tragedia, la familia sigue encontrando momentos de alegría y esperanza.
En conclusión, Michael Schumacher ha emprendido una nueva vida, marcada por el silencio y el cuidado constante. Sin embargo, su legado sigue presente, no solo en la Fórmula 1, sino también en la vida de aquellos que lo rodean.