Mick Schumacher, hijo del legendario siete veces campeón del mundo Michael Schumacher, ha vivido una carrera marcada por las expectativas que rodean su apellido. Sin embargo, a pesar de su potencial y de haber seguido los pasos de su padre en el automovilismo, el joven piloto no ha logrado consolidarse en la Fórmula 1.
Los incidentes en pista, las críticas constantes, y más recientemente, la elección de Franco Colapinto en lugar de él para la escudería Williams, han frenado sus posibilidades de regresar a la élite del automovilismo.
Nacido el 22 de marzo de 1999 en Suiza, Mick Schumacher creció en un ambiente dominado por la influencia de su padre. Sin embargo, desde joven, trató de evitar las comparaciones cambiando su apellido a Betsch, el de soltera de su madre Corinna, cuando comenzó a competir en karting.
A pesar de la presión, Mick logró destacar en las categorías inferiores. En 2016, ingresó en el equipo Prema Powerteam y empezó a forjar su propio camino en el automovilismo. Sin embargo, desde sus primeras competiciones, como la Fórmula 4 Italiana, las comparaciones con otros pilotos marcaron su trayectoria. En ese año, perdió el campeonato ante el argentino Marcos Siebert.
Mick continuó su ascenso en el automovilismo, logrando en 2018 el campeonato de la Fórmula 3 Europea, un logro que lo catapultó hacia la Fórmula 2, donde ingresó a la academia de Ferrari en 2019.
Aunque en su primera temporada en la F2 solo consiguió un triunfo y terminó 12º en la clasificación general, siguió mostrando progresos y en 2020 logró el título de la categoría, lo que le abrió las puertas de la Fórmula 1.
El paso por la Fórmula 1
El debut de Mick Schumacher en la Fórmula 1 llegó en 2021 con la escudería Haas, un equipo que en ese momento luchaba en la parte baja de la parrilla. Durante esa temporada, Mick compartió equipo con el ruso Nikita Mazepin, pero los resultados no fueron los esperados. Haas tenía un coche poco competitivo, y a pesar de su esfuerzo, el piloto alemán no consiguió puntos en su primera temporada.
En 2022, con la llegada de Kevin Magnussen en reemplazo de Mazepin, Mick tuvo la oportunidad de medir su desempeño frente a un piloto más experimentado. Sin embargo, sus errores en pista, como el accidente en el Gran Premio de Mónaco donde partió el coche en dos, aumentaron las críticas.
Si bien logró puntuar en dos ocasiones (sexto en Austria y octavo en Gran Bretaña), estos resultados no fueron suficientes para mantener su asiento en Haas. A finales de 2022, fue reemplazado por Nico Hülkenberg y se quedó sin un lugar en la parrilla para la temporada siguiente.
La salida de Haas
El jefe de equipo de Haas en aquel momento, Günther Steiner, fue especialmente duro con Mick, señalando que los múltiples accidentes y los daños ocasionados al monoplaza eran inaceptables para una escudería con un presupuesto limitado.
Se calculó que los accidentes de Mick costaron a Haas alrededor de tres millones de euros en reparaciones, un coste insostenible para el equipo estadounidense.
Steiner criticó duramente al joven piloto, mencionando episodios como el accidente en Suzuka, donde Mick destrozó el coche durante una vuelta de regreso a boxes bajo condiciones de lluvia. Este tipo de errores llevaron a Haas a tomar la decisión de no renovarle el contrato para 2023, dejándolo sin un asiento en la Fórmula 1.
Colapinto y el asiento de Williams
A pesar de haber sido relegado a un rol de piloto de reserva en Mercedes, la esperanza de Mick de regresar a la Fórmula 1 seguía viva. Toto Wolff, jefe de Mercedes, fue uno de sus mayores defensores, y presionó para que Mick tuviera una oportunidad en la escudería Williams, que utiliza motores Mercedes.
Sin embargo, las esperanzas de Mick Schumacher de ocupar el lugar de Logan Sargeant en Williams se desvanecieron cuando el equipo optó por el joven piloto argentino Franco Colapinto.
James Vowles, jefe de la escudería Williams, justificó su decisión alegando que Colapinto representaba una inversión en el futuro del equipo. Según Vowles, aunque Mick llegaría con más experiencia, Colapinto aportaba frescura y talento, cualidades que eran necesarias para el proyecto a largo plazo de Williams.
La familia Schumacher no tardó en reaccionar ante estas declaraciones, especialmente Corinna, la madre de Mick, quien no dudó en enfrentarse a Vowles durante el Gran Premio de Italia en Monza.
La controversia creció cuando Vowles afirmó que "Mick no es especial, solo sería bueno", una frase que generó un gran malestar entre los Schumacher. Según Vowles, Mick no cumplía con las expectativas que se tienen de un piloto que debe competir al máximo nivel de la Fórmula 1.
Franco Colapinto, un joven talento argentino se convirtió en el centro de la polémica tras haberle ganado la pulseada a Mick por un asiento en Williams. El piloto venía destacando en las categorías inferiores y había formado parte de la academia de pilotos de Williams, lo que le dio una ventaja frente a Mick, quien no había tenido una actuación sobresaliente en su tiempo en la Fórmula 1.
Ralf Schumacher, tío de Mick y expiloto de F1, salió en defensa de su sobrino y calificó de "absurda" la decisión de Williams de apostar por Colapinto en lugar de darle una segunda oportunidad a Mick. Por su parte, Vowles insistió en que la decisión estaba basada en datos y en el futuro del equipo, y no en el apellido de los pilotos.
Sin hueco en la Fórmula 1
A pesar de este revés, Mick Schumacher no ha perdido la esperanza de regresar a la Fórmula 1 en el futuro. Su paso a Mercedes como piloto de reserva le permite mantenerse cerca de la competición, y la escudería alemana ha dejado claro que valoran su talento y están dispuestos a apoyarlo.
Sin embargo, con la llegada de jóvenes talentos como Colapinto, el camino de regreso a un asiento titular en la Fórmula 1 parece cada vez más complicado para Mick. El argentino es, hoy en día, el mejor colocado para hacerse con el último asiento libre para la temporada 2025: el de Sauber.
La presión que ha acompañado a Mick Schumacher desde sus inicios en el automovilismo no parece disminuir. El peso de su apellido ha sido una carga constante, y aunque ha demostrado ser un piloto competente, no ha alcanzado las expectativas que se tienen de un Schumacher en la Fórmula 1.
Mientras tanto, Franco Colapinto sigue avanzando en su carrera, dejando a Mick en una posición incierta dentro del mundo del automovilismo. El futuro del piloto en la Fórmula 1 dependerá de su capacidad para superar estos obstáculos y demostrar que, más allá de su apellido, tiene el talento necesario para competir en la élite del automovilismo.