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Como en los viejos tiempos, Ferrari volvió a copar las dos primeras posiciones de una carrera de Fórmula 1. Charles Leclerc se llevó la victoria en el Gran Premio de Estados Unidos mientras que Carlos Sainz volvió a subirse al podio y firmó un espectacular segundo puesto.

El piloto español, que no seguirá en la Scuderia la temporada que viene, sigue demostrando que tiene una gran calidad y que es uno de los hombres del momento. Se mostró muy sólido y resistió a Norris o Verstappen, que fueron incapaces de darle alcance.

Precisamente el de McLaren venció al de Red Bull en la pelea por el tercer escalón del podio, pero una penalización por la maniobra en el adelantamiento le relegó a la cuarta posición. 

Norris y Verstappen, en la salida

Aunque la 'pole position' fue para Norris, que salió bien en los primeros metros, el triple campeón mundial, segundo, se metió en la trazada del inglés en la primera curva, en la que el neerlandés apenas frenó y dibujó una trazada desde el interior hasta el exterior que arrinconó en el exterior de la curva al de McLaren.

Ambos se salieron de la trazada por el exterior, lo que hizo que Sainz, que había trazado el primer giro también por el exterior, se los encontrara de frente y tuviera que frenar, mientras que Leclerc, que salía cuarto y trazó bien la curva por el interior, descubrió que, sin apenas esfuerzo, podía adelantar a los tres primeros y centrarse en tirar desde el liderato.

Un coche de seguridad causado por Lewis Hamilton (Mercedes), que perdió el control del monoplaza en la curva 19, lo tranquilizó todo, pero retirado el vehículo del inglés, Sainz volvió a intentar acechar a Verstappen, pero nada pudo hacer ante el triple campeón del mundo, y las posiciones nada cambiaban, con Leclerc mandando y. por detrás. Verstappen, Sainz y Norris.

Verstappen, en acción en el GP de Estados Unidos. REUTERS

La carrera parecía estar por detrás. Sin alternativas por parte de los McLaren, ni Norris, cuarto, ni Piastri, sexto, el británico George Russell (Mercedes), que salía desde el 'pit lane', era el gran protagonista de la parte trasera.

Pasó a once pilotos en apenas diecinueve vueltas, las mismas que necesitó Checo Pérez para completar una remontada que inició desde la novena posición y que le llevó a una séptima plaza, un objetivo imposible para un Fernando Alonso que se perdía entre la zona media de la tabla tras una salida en la que se topó con Sainz, Norris y Verstappen, y eso le complicó, todavía más, una carrera que ya sabía de antemano que sería complicada.

Sainz fue el primero de los de arriba en pasar por 'boxes' intentando lanzar un 'undercut' a Verstappen, que sin embargo estaba preocupado de la diferencia con Norris y no tanto por el madrileño. Verstappen, que no paró para defenderse de Sainz, se dejó 'adelantar' en 'boxes', mientras defendía los más de tres segundos de ventaja sobre Norris.

Pero se encontró con un fallo en el plan: la degradación de sus neumáticos era muy superior a la de Norris, lo que le obligó a parar cinco vueltas antes que éste, que se detuvo a falta de 24 vueltas para el final, por lo que tenía las gomas prácticamente nuevas, lo que presagiaba un final de carrera muy ajustado.

Norris y Verstappen le pusieron picante hasta el final. Lando adelantó a Max, pero lo hizo con una maniobra ilegal a ojos de los jueces, por lo que fue sancionado con cinco segundos y terminó siendo relegado a la cuarta posición por detrás del hombre de Red Bull.