Este fin de semana, en el circuito de Yas Marina en Abu Dabi, Lewis Hamilton afronta su último Gran Premio con la escudería Mercedes-AMG F1. Así se cerrará una etapa histórica en la Fórmula 1, marcada por el éxito, los desafíos y una relación única entre piloto y escudería.
Con seis títulos mundiales logrados junto al equipo alemán, Hamilton deja atrás una de las asociaciones más fructíferas de la historia de este deporte para comenzar un nuevo capítulo con Ferrari.
Hamilton llegó a Mercedes en 2013 tras haber debutado y conseguido su primer campeonato con McLaren en 2008. En ese momento, su decisión fue vista con escepticismo. McLaren era una fuerza establecida en la Fórmula 1, mientras que Mercedes todavía no había demostrado todo su potencial en la era moderna del deporte.
La llegada de las regulaciones de unidades de potencia híbridas en 2014 marcó un punto de inflexión. Mercedes dominó con mano de hierro, ganando ocho títulos consecutivos de constructores y seis títulos de pilotos entre 2014 y 2021, todos salvo uno en manos de Hamilton.
Su compañero de equipo, Nico Rosberg, fue el único en robarle un título en 2016. La asociación Hamilton-Mercedes se convirtió en sinónimo de éxito, con una combinación de talento, tecnología y trabajo en equipo que redefinió la excelencia en la Fórmula 1.
"Lewis llegó con una velocidad y determinación extraordinarias", comentó Andrew Shovlin, director de ingeniería de Mercedes. "Lo que más lo distingue es su capacidad de reinventarse y mejorar continuamente. Siempre buscó formas de ser mejor, y eso lo convirtió en el mejor durante mucho tiempo".
Los desafíos recientes
Sin embargo, los últimos tres años no han sido fáciles para Lewis Hamilton ni para Mercedes. Desde que perdió el título en la polémica última vuelta del Gran Premio de Abu Dabi en 2021 frente a Max Verstappen, tanto el piloto como el equipo han enfrentado un declive en rendimiento.
Los problemas de diseño y competitividad de los monoplazas limitaron sus resultados, y Hamilton solo logró dos victorias desde entonces, ambas en 2023. El piloto británico ha expresado su frustración en múltiples ocasiones.
Su estilo de conducción, conocido por atacar las curvas con frenadas tardías, no se adaptó a los monoplazas más recientes de Mercedes, que carecían de agarre en las curvas lentas.
Toto Wolff, jefe del equipo, admitió que la relación se volvió tensa después de que Hamilton comunicara su decisión de marcharse. "Sabíamos que iba a ser un año difícil emocionalmente. Pero seguimos comprometidos a trabajar juntos hasta el final".
Un sueño hecho realidad
A sus 40 años, Hamilton inicia en 2025 una nueva etapa en su carrera al unirse a Ferrari, el equipo más legendario de la Fórmula 1. Para Hamilton, vestir el icónico mono rojo representa cumplir un sueño de infancia.
"Crecí viendo a Michael Schumacher en ese coche rojo. Siempre me pregunté cómo sería estar allí, y ahora tendré la oportunidad de descubrirlo", comentó el piloto británico.
El fichaje de Hamilton por Ferrari también se remonta a su relación con Fred Vasseur, actual director del equipo italiano, quien trabajó con Hamilton en la Fórmula 3. "Es una decisión que lleva 20 años gestándose", afirmó Vasseur. "Lewis siempre tuvo en mente que algún día conduciría para Ferrari".
Hamilton se une a un equipo que busca desesperadamente regresar a la cima tras años de altibajos. Vasseur confía en que la experiencia y el talento del británico sean clave para devolver la gloria a Ferrari. "Lewis viene a ganar, no de vacaciones", aseguró.
Un legado imborrable
Más allá de los títulos y récords, la etapa de Hamilton en Mercedes será recordada por su impacto dentro y fuera de la pista. Durante su tiempo con el equipo, impulsó iniciativas de diversidad e inclusión, como el programa Accelerate 25, que busca aumentar la representación de grupos subrepresentados en el deporte. También fundó Ignite, una asociación benéfica con Mercedes para fomentar la inclusión en el automovilismo británico.
En 2020, tras la muerte de George Floyd, Hamilton lideró un movimiento para visibilizar la lucha contra el racismo en la Fórmula 1. Convenció a Mercedes para cambiar su tradicional librea plateada por una negra, un gesto que simbolizó su compromiso con la igualdad. "Cuando pienso en lo que dejo atrás, lo que más me enorgullece es el trabajo que hemos hecho por la diversidad", dijo Hamilton.
El último Gran Premio de Hamilton con Mercedes será un momento cargado de nostalgia. Las conversaciones con su ingeniero de pista, Peter Bonnington, alias "Bono", y el ambiente en el garaje reflejan la profundidad de la relación construida a lo largo de 12 años.
"Es difícil describir la sensación de saber que estos son mis últimos momentos con el equipo", confesó Hamilton. "Pero me siento muy orgulloso de lo que hemos logrado juntos".
Para Mercedes, despedir a su piloto más exitoso también es un momento agridulce. Wolff lo resumió de esta manera: "Nada podrá quitar los años increíbles que compartimos, los ocho títulos de constructores y los seis de pilotos. Esa será la memoria duradera".
Un futuro incierto
Mientras Hamilton se prepara para su primera temporada con Ferrari, su legado con Mercedes permanecerá intacto. La relación entre el piloto británico y la escudería alemana no solo redefinió la historia de la Fórmula 1, sino que también dejó un impacto duradero en el deporte en términos de inclusión y responsabilidad social.
A medida que se apaga la luz verde en Abu Dabi, los aficionados y el equipo Mercedes recordarán con cariño una asociación que no solo alcanzó la cima del automovilismo, sino que también inspiró cambios fuera de la pista. Con Ferrari, Hamilton enfrentará nuevos desafíos, pero su espíritu competitivo y su capacidad para reinventarse prometen mantenerlo en la lucha por la gloria.
El capítulo con Mercedes puede haber terminado, pero la historia de Lewis Hamilton en la Fórmula 1 está lejos de concluir. Como él mismo dijo: "Cada sueño necesita un equipo".