Hasta el año que viene. La temporada de Fórmula 1 echó el cierre con la disputa del Gran Premio final del curso en Abu Dabi y coronó a Lando Norris como el último ganador de este 2024. El de McLaren se impuso a Carlos Sainz, que fue segundo. [Así vivimos la victoria de Norris en el GP de Abu Dabi]
Poco de emoción tenía ya esta carrera que ponía el broche a la campaña. Con Max Verstappen ya campeón del mundo desde hace varias semanas para confirmar la rutina en la que se ha sumado la F1 en los últimos cuatro años, apenas quedaban las migajas en juego.
Uno de estos premios secundarios consistía en conocer quién se llevaba el gato al agua en el Mundial de Constructores, y aquí tampoco hubo sorpresa en la última carrera porque McLaren, con el triunfo de Norris, se proclamó vencedor.
En un Gran Premio accidentado en su inicio, Carlos Sainz supo sacar provecho y desde la primera curva se aupó hasta la segunda posición, un puesto que confirmó cuando voló la bandera de cuadros. Una forma sensacional de decir adiós a Ferrari y de hacer que en la Scuderia al menos estén dubitativos con la decisión de su marcha.
Charles Leclerc, su compañero de equipo, completó el podio, aunque lo hizo a una distancia sideral. El campeón Verstappen se fue enfadado y con una sanción de diez segundos por su toque inicial con Piastri.
Accidente nada más empezar
Los semáforos se pusieron en verde en el último Gran Premio de la temporada y, aunque ya tenía el Mundial en el bolsillo desde hacía varias semanas, la ambición de Max Verstappen estaba intacta.
Por eso, el de Red Bull, que salía desde la cuarta posición, se lanzó a por la remontada nada más comenzar. Realizó una gran salida, superó a Sainz y llegó a meterle el coche a Piastri en el primer giro de izquierdas. Se veía segundo el neerlandes, dispuesto a ir acto seguido a por Norris, pero entonces se tocó con Piastri y todo se fue al traste.
El de McLaren fue el más afectado, porque cayó a las últimas plazas, pero Verstappen dijo adiós a sus opciones de victoria. Este incidente, que le costó además diez segundos de penalización al de Red Bull por su maniobra, favoreció a un Carlos Sainz que estuvo más atento que nadie y que tomó el testigo de la segunda plaza.
Fue un inicio accidentado. Piastri, en su empeño por detrás por recuperar posiciones, tocó a Collapinto y provocó su pinchazo, así que también se llevó otros diez segundos de sanción.
Mientras tanto, Norris empezó a centrarse en lo suyo. McLaren tenía la obligación de completar la misión de ser campeón del Mundial de Constructores, así que se puso manos a la obra.
Su ritmo fue implacable. Alejado del tráfico, de los problemas que tenían muchos otros por detrás y también del empuje de Carlos Sainz, Norris manejó la situación a las mil maravillas. Ni una sola fisura en sus maniobras, ni siquiera cuando llegó el momento delicado de entrar en boxes.
Precisamente con la parada, Sainz trató de empujar para reducir la brecha entre ambos. Llegó a ser de dos segundos apenas, y el madrileño soñó con reengancharse a la pelea por la victoria, pero no le dio. Llegando a los últimos giros la diferencia se amplió hasta los seis segundos, así que a Carlos le quedó la nada desdeñable misión de disfrutar de sus últimas vueltas como piloto de Ferrari.
Leclerc, que sí se quedará en la Scuderia para la temporada que viene, completó el podio en la tercera posición y, de paso, trató de mandar un mensaje de autoridad para cuando le toque compartir asiento con Hamilton el próximo curso.
No pudo ser el día de Verstappen, a quien su ambición le jugó una mala pasada. Con más pena que gloria por su sanción, y con un cabreo monumental que mostró en la radio del equipo con insultos de por medio, cerró una última carrera instrascendente para él en su cuarto Mundial consecutivo.