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La vida de Fernando Alonso no se entiende sin estar cerca de un coche de carreras o próximo a un circuito. La temporada más larga en la historia de la Fórmula 1 ya forma parte del pasado y los pilotos se encuentran de vacaciones de cara al inicio del nuevo año que comenzará en marzo en el Gran Premio de Australia.

Aston Martin ha bajado sus prestaciones en una temporada en la que la escudería con sede en Silverstone ha terminada quinta en el Mundial de Constructores. Sin embargo, el único aprobado tiene el sello de Fernando Alonso. A sus 43 años, el asturiano mantiene intacto el sentimiento hacia un coche de carreras y en el MotorLand de Aragón ha aprovechado para conducir el MP4-5B de Ayrton Senna.

El brasileño no sólo ha sido el ídolo de Fernando Alonso, sino que además es uno de los principales motivos por los que el asturiano sigue en la Fórmula 1. La carrera de Senna terminó con tres campeonatos del mundo, igualar a su referente es el objetivo del bicampeón.

En la jornada del miércoles, Fernando Alonso pilotó el McLaren Honda con el que Ayrton Senna ganó el Mundial de Fórmula 1 en 1990. El asturiano posó junto con Zak Brown con el mismo mono rojo que lució el brasileño aquella temporada.

Alonso ha querido tener un detalle con su padre y le ha regalado el monoplaza con el que Ayrton Senna ganó su segundo campeonato del mundo. El asturiano ha adelantado los regalos de Navidad y le ha brindado a su padre un monoplaza histórico en la historia de la Fórmula 1.

El nuevo 'coche' de sus padres

"1984 - 2024 . Imposible compensar todo lo que me han dado y enseñado mis padres. Pero hoy ha sido un bonito día viéndoles conducir su Fórmula 1 . Gracias por tanto, disfrutadlo y dejadme usarlo de vez en cuando…", ha compartido el asturiano a través de su cuenta de Instagram.

Esta no ha sido la primera ocasión en la que Alonso ha tenido la oportunidad de subirse a uno de los monoplazas de Senna, puesto que ya lo hizo cuando fichó por la escudería McLaren. En aquella ocasión, se puso a los mandos del MP4-4 de la temporada 1988, coche con el que el brasileño se hizo con el primero de sus tres títulos mundiales.