Publicada

El equipo Red Bull enfrenta un inicio de temporada complicado en la Fórmula 1 de 2025, con un monoplaza que no ha respondido a las expectativas y un Max Verstappen cada vez más vocal sobre las dificultades.

La escudería de Milton Keynes, que dominó la parrilla en años anteriores, parece haber perdido terreno frente a McLaren y Ferrari, dejando en el aire su competitividad en el primer Gran Premio de la temporada en Australia.

Los resultados de las pruebas de pretemporada en Baréin han sido desalentadores para Red Bull.

Un nuevo fondo revisado no ha logrado el impacto esperado, lo que llevó al equipo a dar marcha atrás con la actualización, afectando el kilometraje de Verstappen en las sesiones clave de prueba.

La incertidumbre sobre el rendimiento del RB21 ha crecido, con el propio Verstappen admitiendo que no espera estar en la lucha por la victoria en Melbourne.

"Mirando los tiempos de vuelta, creo que McLaren será el favorito", confesó el tricampeón. "Las cosas no han ido del todo bien para nosotros, pero tenemos algunas ideas sobre cómo mejorar".

Sus palabras reflejan una falta de confianza inusual en un piloto que ha demostrado una seguridad absoluta en temporadas anteriores.

La sombra de la inestabilidad

Uno de los problemas que persigue a Red Bull es la falta de correlación entre el túnel de viento y el rendimiento en pista. La escudería aún depende de un túnel de viento de 70 años de antigüedad, lo que ha generado discrepancias en el desarrollo aerodinámico.

Pierre Wache, director técnico del equipo, reconoció que aunque han trabajado para reducir las inconsistencias, no hay garantías de haber resuelto el problema por completo.

A esto se suma la pérdida de Adrian Newey, figura clave en el éxito del equipo durante las últimas décadas. Su salida ha dejado un vacío en el departamento técnico que, por ahora, no parece haber sido cubierto con la misma eficacia.

Verstappen ha intentado minimizar el impacto de esta ausencia, pero el propio Wache ha señalado que la transición ha sido complicada.

Cómo gestionar a Max

El piloto neerlandés es conocido por su carácter fuerte y su determinación inquebrantable.

Sin embargo, Guenther Steiner, exjefe del equipo Haas, ha advertido que Verstappen podría volverse "muy difícil de manejar" si Red Bull no logra recuperar competitividad rápidamente.

Max Verstappen en el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1. Tim Goode / PA Wire / dpa

"Si no tiene un coche ganador, se volverá complicado", aseguró Steiner en una entrevista con CNN. "Sabemos que un Max descontento no es un Max fácil".

El historial reciente respalda esta afirmación. En 2024, cuando Red Bull empezó a perder terreno a mitad de temporada, Verstappen mostró frustración en varias carreras.

Aunque finalmente logró asegurar el título de pilotos, lo hizo sin la comodidad que había disfrutado en años anteriores. Ahora, con la amenaza real de un inicio de temporada sin victorias, su paciencia podría estar al límite.

La evolución del RB21

El equipo técnico de Red Bull ha trabajado en modificaciones importantes en el RB21 para solucionar los problemas que aquejaron al RB20.

Se ha intentado hacer el monoplaza más predecible y menos exigente en términos de configuración, permitiendo a los pilotos un margen de maniobra más amplio. "El coche ahora es más estable en la entrada de curva", explicó Verstappen.

"Pero seguimos teniendo problemas con los pianos y las irregularidades del asfalto, algo que ya nos perjudicó en el pasado".

Max Verstappen celebra la pole en el GP de Qatar. Reuters

Wache añadió que el equipo ha hecho concesiones en términos de rendimiento máximo para mejorar la manejabilidad general.

"Hemos reducido el potencial total del coche, haciéndolo menos extremo pero más fácil de conducir", comentó el director técnico.

Sin embargo, esta estrategia podría comprometer el ritmo de carrera de Red Bull en comparación con equipos como McLaren, que parecen haber encontrado un equilibrio superior.

Un año de incógnitas

Con el primer Gran Premio a la vuelta de la esquina, Red Bull se encuentra en una posición poco familiar: la de perseguidor.

Mientras McLaren y Ferrari llegan con confianza, la escudería austríaca enfrenta dudas tanto en el rendimiento de su coche como en la actitud de su piloto estrella.

La clave será cómo manejen las primeras carreras y si pueden cerrar la brecha antes de que la lucha por el campeonato se vuelva inalcanzable.

Max Verstappen ha demostrado ser un piloto capaz de sobreponerse a la adversidad, pero su tolerancia a la frustración será puesta a prueba como nunca antes.

Si Red Bull no encuentra respuestas rápidas, la tensión dentro del equipo podría convertirse en su mayor enemigo en la temporada 2025 de Fórmula 1.