
Fernando Alonso, en la sesión de fotografías oficiales de la temporada en Australia
Giro de 180 grados de Fernando Alonso: nueva estrategia para proteger a Aston Martin y trabajar más cómodos en 2025
Confidencialidad total para impulsar rendimiento y estabilidad en el equipo británico durante la nueva temporada del campeonato de Fórmula 1.
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Fernando Alonso sorprendió en la primera jornada del Gran Premio de Australia, correspondiente al inicio de la temporada 2025 de Fórmula 1, no precisamente por sus tiempos en pista, sino por su renovada actitud ante los medios.
El asturiano optó por una estrategia claramente hermética, limitándose a dar respuestas irónicas y esquivas ante las preguntas de la prensa.
Este comportamiento no es casual, sino que obedece a una decisión consciente dirigida a proteger los intereses de Aston Martin y mejorar el entorno de trabajo del equipo para afrontar de forma más eficaz el campeonato.
El piloto español culminó las primeras sesiones libres en Albert Park con posiciones discretas: octavo lugar en la primera tanda (FP1) y decimotercero en la segunda (FP2).
A pesar de estos resultados iniciales, Alonso prefirió mantenerse distante respecto a cualquier análisis técnico público sobre el nuevo AMR25. Cuando se le cuestionó por los aprendizajes de la jornada, Alonso respondió de manera categórica y sarcástica: "Nada. Y si aprendo algo, no te lo diré".
Una declaración reveladora de la nueva política interna instaurada en Aston Martin para minimizar filtraciones e interpretaciones externas que puedan generar distracciones.

Fernando Alonso, en una de sus salidas desde boxes durante los entrenamientos libres del GP de Australia
Hermetismo y tranquilidad
Este cambio estratégico en la comunicación del bicampeón del mundo es significativo y busca evitar controversias que puedan surgir de comentarios malinterpretados o demasiado especulativos, especialmente en una temporada en la que Aston Martin tiene múltiples desafíos internos y externos.
El piloto ha decidido claramente blindar al equipo británico frente a posibles rumores y tensiones innecesarias, apostando por resolver cualquier aspecto técnico o de rendimiento estrictamente de forma privada con sus ingenieros.
El propio Alonso confirmó indirectamente esta nueva postura cuando le insistieron en la comparación entre las sensaciones del nuevo coche y los resultados obtenidos durante los test previos realizados en pretemporada.
Sin dar pistas concretas, afirmó simplemente que revisaría todo "en privado" junto a sus técnicos. Además, descartó con ironía cualquier inconveniente grave con el vehículo, limitándose a confirmar con tranquilidad que "el motor está vivo, los frenos están bien, la caja de cambios sube y baja marchas".
Esta actitud encaja con la filosofía actual del equipo Aston Martin, que busca mantener una discreción absoluta ante la competencia y los medios para poder trabajar con tranquilidad en la evolución del AMR25.
En este sentido, el comunicado oficial emitido por la escudería tras las sesiones del viernes tampoco ofreció grandes detalles técnicos, sino que enfatizó la necesidad de análisis interno, destacando que aún quedaba mucho trabajo por realizar antes de la clasificación del sábado.

Fernando Alonso, atendiendo a los medios de comunicación en Albert Park
Sin grandes expectativas
No obstante, pese a esta reserva pública, Alonso y Aston Martin parecen enfrentarse a un panorama inicialmente complicado en términos de competitividad.
Según las tandas largas del viernes, el rendimiento del equipo podría situarse detrás no solo de los cuatro principales constructores, sino también por debajo de escuderías como Williams y Racing Bulls, con Alpine en una posición bastante similar.
Pero el tráfico encontrado por Alonso en su stint largo y las mejores sensaciones de su compañero Lance Stroll apuntan a un margen de mejora que puede concretarse una vez realizados los ajustes oportunos durante el fin de semana.
La clasificación será el primer examen verdadero de esta nueva táctica hermética del piloto español y su equipo. Aston Martin tendrá que demostrar rápidamente si esta estrategia de guardar silencio y resolver internamente cualquier problema técnico será suficiente para escalar posiciones en parrilla, o si, por el contrario, tendrán que replantearse este nuevo rumbo.
En definitiva, Fernando Alonso inicia la temporada 2025 con una decisión estratégica radical: proteger al máximo la información sensible sobre el rendimiento del AMR25, evitar filtraciones y ofrecer únicamente respuestas generales ante los medios.
Esta medida, destinada a crear un ambiente interno más enfocado en el rendimiento deportivo y menos susceptible a presiones externas, podría convertirse en una de las claves determinantes para que Aston Martin consiga afrontar con éxito los numerosos retos que la Fórmula 1 les plantea esta temporada.