Ha reconocido hasta la saciedad que el punto fuerte de su oponente es la velocidad cuando el asfalto está seco, pero él es el piloto más experimentado de la parrilla de la MotoGP y sabe sacar provecho de todas las situaciones inesperadas que se le presentan. Como cuando la lluvia apareció en Silverstone y como cuando volvió a hacer acto de presencia en Misano, un elemento al que su rival en la pelea por el título de campeón del mundo de la clase reina se le atraganta por una u otra circunstancia.
Conciente de que uno de sus puntos flacos es el sistema de clasificación, Valentino Rossi ha intentado aplicarse en este aspecto para no verse obligado a partir desde la segunda o tercera línea de la parrilla de salida. A estas alturas de la temporada, cuando todavía está todo en juego y sólo 18 puntos les separan, Rossi no puede permitirse partir retrasado y por eso en Motegi recurrió a una de sus artimañas. El enfado de su compañero de equipo fue monumental y hasta terminó reconociendo que había sido un ingenuo después de que, como de costumbre, saliera el primero a la sesión de clasificación para tener la pista limpia. Il Dottore, el amo de la estrategia, se pegó a su rueda y logró el mejor tiempo en el primer giro aunque después la pole terminó en manos de Lorenzo aunque sólo fuera por 81 milésimas.
El piloto italiano llega a Phillip Island, el trazado ubicado a los pies del mar de Tasmania, con ocho victorias a sus espaldas en la pista aussie –la última la pasada temporada- y con el objetivo de quedar por delante de su compañero de equipo, al que volvió a someter a su estrategia aunque en esta ocasión de nada le sirvió porque terminó la jornada en la novena posición. Durante la segunda sesión libre del Gran Premio de Australia volvió a pegarse a la rueda de Lorenzo, aunque en esta ocasión Juan Llansà, mecánico de confianza del piloto español, estuvo presto y le mostró la pizarra con un triciclo para advertirle de que lo tenía pegado.
“No es una novedad que Valentino me haya seguido, porque hay varios pilotos que también lo hacen. Iannone también espera mucho a seguirme. Márquez, por ejemplo, no lo suele hacer porque suele ir a la suya. Pedrosa tampoco; nunca me ha seguido. Hay pilotos que siguen diferentes estrategias y Valentino espera a veces a pilotos que en ese momento van más rápido para intentar mejorar. Son diferentes planteamientos y respetables los dos”, argumentó Lorenzo tras terminar la jornada como el segundo piloto más rápido, a 50 milésimas de Márquez, y después de considerar que en esta ocasión Rossi no le esperó y se trató de una mera coincidencia.