Hambriento de victorias y en un circuito donde nunca había conseguido terminar una prueba de MotoGP por razones diversas, Marc Márquez sumó su quinta victoria de la temporada en una carrera estratosférica, sin duda la mejor del año y de los últimos tiempos, en la que cuatro pilotos pelearon hasta la última vuelta por una plaza en el podio de Phillip Island. Un puesto de honor y mucho más, porque Jorge Lorenzo y Valentino Rossi todavía pelean a estas alturas de la campaña por el título de campeón del mundo de MotoGP en un tira y afloja sin tregua en el periplo asiático del tramo final del Mundial.
Ganar en Phillip Island se había convertido en una cuestión de honor Márquez porque sólo lo había hecho en 125cc (2010) y nunca había conseguido acabar las dos carreras de MotoGP disputadas hasta la fecha. Si en 2013 vio bandera negra al no entrar a cambiar el neumático en la vuelta marcada por Dirección de Carrera, el año pasado se cayó cuando rodaba en solitario, con más de cuatro segundos de ventaja sobre sus rivales, aunque ya se había proclamado bicampeón del mundo de MotoGP en la cita previa.
Una jauría desenfrenada de adelantamientos entre Lorenzo, Iannone, Márquez y Rossi en las primeras cinco vueltas propiciaron que el piloto español de Yamaha intentara poner tierra de por medio para intentar no meterse en líos, obligado como estaba a ganar para seguir vivo en la pelea por el título. Abrió hueco pero nunca llegó a escaparse de forma consistente, mientras Márquez se las veía con Iannone y con Rossi.
Fue en el ecuador de la carrera cuando el piloto español del equipo Repsol Honda dio caza a Lorenzo. Por detrás Iannone superó a Rossi y tiró para unirse a los dos pilotos de cabeza, a los que dio caza cuando restaban cinco giros para el desenlace final. Comenzó de nuevo un desenfreno de adelantamientos entre los cuatro, cuando dos de ellos se están jugando la corona de MotoGP. Y como era una cuestión de honor para Márquez, apretó los dientes y mostró una explosividad pasmosa en la última vuelta que le llevó a superar a Lorenzo para sumar en Phillip Island su victoria número 50 en el campeonato del mundo. Iannone se impuso en el duelo italiano y sacó a Rossi del podio, con lo que el piloto español de Yamaha consiguió recortar siete puntos a su compañero de equipo. Ahora les separan 11 antes de penúltimo asalto, la próxima semana en el trazado malasio de Sepang.