Nada más poner un pie en el hospitality del equipo Movistar Yamaha fue recibido entre aplausos y vítores mientras su padre, Graziano, apostado en la primera fila de la rueda de prensa, observaba con orgullo la escena. Su novia, Linda Morselli, más discreta y siempre en un segundo plano, escucha con atención los lamentos de un Valentino Rossi que tomará la salida desde la última posición de la parrilla de salida del GP de la Comunitat Valenciana cuando el título de campeón del mundo de MotoGP está en juego. Necesita terminar inmediatamente por detrás de Jorge Lorenzo si su compañero de equipo finaliza primero o segundo. En caso de una tercera plaza del piloto español de Yamaha, le bastaría con una sexta plaza.
“Teniendo en cuenta que salgo último, la situación en estos momentos es desesperada. Es muy difícil, así que daremos el máximo y trataremos de hacer una buena carrera desde el principio hasta el final. Veremos qué pasa. Desafortunadamente, no sólo depende de nosotros y, además, salir el último es más arriesgado”, analizó un contrariado Rossi, que a lo largo de sus 20 temporadas mundialistas sólo en una ocasión ha experimentado lo complicado que es partir desde la última posición.
Ocurrió en el GP de Qatar, en 2004, cuando fue sancionado con nueve segundos después de que sus mecánicos limpiaran su posición de salida en la parrilla. El piloto italiano recuperó 14 posiciones en una fulgurante salida y después ganó otras cuatro plazas más en las siguientes tres vueltas hasta situarse cuarto, detrás de Colin Edwards. Dos vueltas después pisó la hierba artificial que delimitaba la pista qatarí y sufrió una dura caída.
Ninguno de los pilotos de la parrilla de MotoGP pone en duda que Rossi será capaz de remontar 22 posiciones en cuatro o cinco vueltas hasta situarse cuarto, pero a partir de ahí comenzará un trabajo en solitario que le tiene que llevar a dar caza a Lorenzo y a los pilotos del equipo Repsol Honda, que se van a convertir en los jueces de la carrera y del desenlace final del título.
Pedrosa ya ha avisado de que su objetivo es ganar en un circuito donde se ha impuesto en seis ocasiones, la última tomando la salida desde el pit lane. Para Márquez es más complicado porque sabe que, haga lo que haga, no va a contentar a todo el mundo: “Está claro que me gustaría acabar el año con una victoria, pero al final tampoco es vital. No hay nada en juego y hace poco he ganado en Australia y en Malasia también tenía un buen ritmo. Está claro que si podemos acabar con una victoria lo intentaremos, pero un podio también sería bueno para empezar el próximo martes la temporada 2016”.
Pase lo que pase y gane quién gane el título, después de la carrera volverá la tempestad tras la tregua declarada por Carmelo Ezpeleta.