Llevan dándose esquinazo desde hace cinco meses, desde aquel fatídico 25 de octubre de 2015 en el que todo se quebró para siempre después de que tres días antes y en plena conferencia de prensa del Gran Premio de Malasia, Valentino Rossi acusara públicamente a Marc Márquez de ralentizar su ritmo durante la carrera de Phillip Island para beneficiar intencionadamente a Jorge Lorenzo, su contrincante en la pelea por el título de campeón del mundo de MotoGP. Arranca una nueva temporada en el circuito qatarí de Losail, pero vuelven a resonar los ecos de un pasado que sigue presente y que pocos olvidarán.
Por vez primera desde entonces, los dos actores principales han vuelto a coincidir en la rueda de prensa que marca el pistoletazo de salida de una nueva campaña. Escoltados por Maverick Viñales, Dani Pedrosa, Andrea Iannone y con Jorge Lorenzo como parapeto entre ambos, Rossi y Márquez han mostrado una frialdad absoluta. Ni un saludo y ni siquiera un cruce de miradas furtivo. Delante de las cámaras de televisión, corrección absoluta y ni una palabra más alta que otra.
Todo ha cambiado cuando se han apagado los focos y cada piloto ha atendido a los medios de comunicación en su propio idioma. “El año pasado acabamos muy bien, a pesar de que hubo mucho lío con los principales protagonistas. Parece que todavía no han olvidado las cosas y creo que, a raíz de eso, todavía pasarán más cosas. Yo voy a intentar estar al margen, como hice en su momento”, pronostica Dani Pedrosa, que siempre ha mantenido la cordura en el affaire Rossi-Márquez.
Cuando ha llegado el turno de Il Dottore, no se ha mordido la lengua y ha clamado vendetta al estilo Senna. “Yo entendí la grandeza de Senna demasiado tarde y fue culpa mía porque yo no era fan de él. Me acuerdo que esa mañana me levanté, vi lo que hizo y dije: ¡‘Qué cojones’! Estuvo valiente. No sé si alguna vez tendré una oportunidad así, es difícil pensarlo. Esperemos que vaya todo bien y que nos comportemos en pista con respeto, porque eso es lo más importante. Esperemos que cada uno corra para sí mismo”.
Recordaba así Rossi el incidente entre Ayrton Senna y Alain Prost en el Gran Premio de Japón en 1990, cuando el piloto brasileño chocó contra su rival al final de la primera recta. Después hubo una nueva salida y Senna ganó el título de campeón del mundo tras devolverle a su rival la jugada de temporada anterior, cuando trató de adelantar al piloto francés y ambos quedaron fuera de la carrera. El título de campeón del mundo fue a parar a manos de Prost en 1989.
Visto lo visto, Rossi no entierra el hacha de guerra y ahora va más allá pero Márquez ni se inmuta. “Yo estoy centrado en 2016 y ese es mi objetivo porque me gustaría otra vez volver a luchar por el título. Hay que estar atento a todos los pilotos de la parrilla de salida e intentar quedar por delante de ellos”, ha explicado el piloto del equipo Repsol Honda, a quien le gustaría zanjar de una vez el tema. “A final, después de tanto decirlo, me va a convencer a mí mismo de que le traicioné”, bromeó Márquez, que no quiere echar más leña al fuego.