El pasado mes de enero, durante la presentación del equipo Movistar Yamaha en Barcelona, Jorge Lorenzo expresó su deseo de renovar su contrato con la fábrica de los tres diapasones antes del arranque de la temporada.
Atendiendo a los deseos del vigente campeón del mundo de MotoGP, Yamaha preparó sendas ofertas para sus dos pilotos de fábrica y se las puso sobre la mesa la pasada semana. Durante el GP de Qatar se hizo pública la renovación por dos temporadas de Valentino Rossi, que echó un órdago a su compañero de equipo instándole a irse a Ducati si tenía valor para hacerlo.
“Nadie ni ninguna declaración va a influir en mi decisión. Siempre he sido el capitán de mi vida y siempre he tomado mis propias decisiones”, aseguró Lorenzo durante un acto celebrado este martes en Barcelona en el que se le ha entregado un Porsche Cayenne S E-Hybrid.
Como él mismo desveló el pasado sábado en el circuito qatarí de Losail, el piloto de Yamaha tiene sobre la mesa la mejor oferta de su carrera deportiva, pero ha decidido darse un tiempo para reflexionar. “He decidido esperar porque estoy valorando tres elementos. En primer lugar, el rendimiento de la moto porque soy un piloto competitivo y quiero ganar. El segundo aspecto es la oferta económica y el tercero, es importante el cariño y la confianza que tiene la marca hacia mí", comentó.
"Por delante de todo, está el rendimiento de la moto porque yo siempre quiero aspirar a ganar el campeonato. A partir de estos tres valores, decidiremos. Al ser el actual campeón del mundo puedo esperar y decidir. Mi prioridad es seguir en Yamaha y retirarme en este equipo, pero estoy abierto a escuchar ofertas”, deslizó Lorenzo, dejándose querer.
“Sobre la mesa sólo tengo la oferta de Yamaha, pero hemos hablado con otros equipos, obviamente. En todos los deportes es habitual que, cuando se acerca el final de un contrato, hables con todos. Las marcas fuertes hablan con los pilotos fuertes y ya veremos si se transforman en ofertas. Quizás en los próximos días lleguen más”, afirmó el piloto español, quien ha asegurado que tomará una decisión en dos o tres semanas como máximo.