Mucho antes de comenzar la temporada, tanto Marc Márquez como Jorge Lorenzo tenían muy claro que los pitos y los abucheos en el podio y en la parrilla iban a ser la tónica general a lo largo de la presente campaña tras el explosivo final de la pasada, cuando Valentino Rossi acusó a los dos de biscotto (amaño) para impedir que conquistara su décimo título de campeón del mundo. Los pitos y los abucheos ya se constataron en Qatar, Argentina y Francia, donde incluso un sector de la afición aplaudió la caída del piloto español en el ecuador de la carrera.
Una situación incómoda para los dos pilotos españoles en la que Rossi se ha lavado las manos, tal y como aseguró durante la conferencia de prensa en Termas de Río Hondo. “Los pitos a Lorenzo y Márquez no son culpa mía y no tengo nada que ver”, argumentó Il Dottore, que este fin de semana corre en su feudo y donde su compañero de equipo ha ganado en cuatro ocasiones en el último lustro.
Mugello será territorio comanche para los españoles este fin de semana, por eso ni el Fan Club español ni italiano de Márquez estarán presentes en las gradas de Mugello. Tampoco ha viajado hasta el circuito de la Toscana el hospitality de Repsol, patrocinador de Honda. El que sí estará presente en el circuito italiano será el club de fans de Lorenzo, que ha desplazado al trazado de la Toscana a 110 socios de nacionalidades española, italiana, alemana y holandesa. Todos ellos se ubicarán en la zona de la pelouse y alejados de la grada en la que se situará el Fan Club de Rossi.
Para que todo transcurra con normalidad y se evite, en la medida de lo posible, cualquier encontronazo con los tifosi de Rossi desde Dorna, promotora del campeonato del mundo de MotoGP, ha tomado la decisión de reforzar la seguridad de los dos pilotos español con sendos guardaespaldas requeridos a la empresa alemana con la que trabaja habitualmente en los circuitos, además de un vigilante especializado para cada uno de ellos. También Álex Márquez, el hermano pequeño del piloto de Honda, contará con un especialista en seguridad. En la zona en la que se ubican los motorhome de los pilotos de MotoGP, donde duerme y pasan sus ratos libres, se intensificará la seguridad y estarán vigilados tanto de día como de noche.
“Desde que he llegado a Italia lo único que me han pedido han sido autógrafos y fotos. Esta mañana, cuando he salido del motorhome, me he encontrado con una persona que tenía pinta de guardaespaldas. He pensado: 'No puede ser'. Cuando he llegado al box, me han dicho que Dorna había considerado oportuno ponerme un guardaespaldas. Les he dicho que no, que quiero un ambiente de normalidad. Confío en este deporte, donde el ambiente es sano. Tendré la seguridad normal que tengo en todos los circuitos, pero no quiero guardaespaldas. Lo veo innecesario y no quiero que se llegue a este punto en el motociclismo. Se está dramatizando una cosa que no es para tanto”, aseguró Márquez, que ha rechazado el guardaespaldas que el promotor del campeonato le había asignado aunque no espera un mensaje conciliador de Rossi dirigido a sus tifosi.
Quien sí va a contar con un guardaespaldas que vele por su seguridad durante todo el fin de semana será Lorenzo. “Dorna ha pensado que igual se podían necesitar. En realidad, uno nunca sabe lo que puede pasar en el paddock o con las 50.000 o 60.000 personas que se congregarán aquí. No se pueden controlar las acciones de todos. Los guardaespaldas están ahí por si algo pasa. Yo, personalmente, estoy muy tranquilo en el paddock. Si tuviésemos que salir fuera, sería otra historia”, explica el vigente campeón del mundo de MotoGP.
No es la primera vez que un piloto es escoltado en un circuito. Después de que Marco Simoncelli tirará a Dani Pedrosa en el Gran Premio de Francia en 2011 y éste se fracturara la clavícula, el piloto italiano recibió amenazas y en la siguiente cita de la temporada, en Montmeló, dos Mossos d'Esquadra se convirtieron en su sombra a lo largo del fin de semana.