Este fin de semana, en el circuito británico de Silverstone, se convertirá en el primer piloto de la era MotoGP –desde 2002- en llegar a los 250 grandes premios tras 20 años en el campeonato del mundo. Dos décadas que le han servido para convertirse en una leyenda del motociclismo, aclamado en todos los circuitos que pisa, tras ganar nueve títulos de campeón del mundo. Valentino Rossi, segundo en la clasificación general a 53 puntos de Marc Márquez, no consigue pasar página y olvidar el tumultuoso final de la pasada temporada cuando perdió la que podría haber sido su décima corona por sólo cinco puntos de desventaja respecto a Jorge Lorenzo, su compañero de equipo, tras ser sancionado con la última posición de la parrilla de salida de Cheste por sacar intencionadamente de la pista al piloto del equipo Repsol Honda en la carrera de Sepang.
“Las sensaciones fueron muy malas porque pienso que el final de la temporada pasada no fue justo. Durante dos o tres semanas estuve tocado, pero tras el Rally de Monza [el pasado 29 de noviembre] volví a pilotar y en ese momento dije ‘vale, vamos a olvidarlo’. Nunca olvidas, pero intentas olvidarlo”, asegura Il Dottore en una entrevista a la página web de contenidos de Dorna, empresa promotora del campeonato del mundo.
El italiano, de 37 años, reconoce que es ahora cuando le está pasando factura el esfuerzo y la decepción de perder el título el año pasado. “La presión y la energía que derroché el año pasado fue un esfuerzo extremo, porque llegamos a la última carrera con el agua al cuello. Si ganas recuperas energía, pero si pierdes no recuperas. Así que, en mi caso, he pagado un alto precio por el año pasado”, explica el piloto de Yamaha, que casi antes del inicio de la presente campaña renovó su contrato con la fábrica de los tres diapasones por dos temporadas más -hasta el final de 2018-.
Rossi se lamenta de la desventaja con Márquez en la general de MotoGP y considera que ha perdido puntos muy valiosos “por errores propios o por mala suerte”. “Es una pena porque tengo el potencial para luchar por este campeonato. He tenido mala suerte, y también he cometido algún fallo que nos hace estar muy lejos de la cabeza. Si en Mugello no se hubiese roto el motor... Si en Assen no hubiese llovido... Si en Sachsenring no hubiese caído lluvia... Demasiado ‘y si..’. Tenemos el potencial pero, desafortunadamente, no tenemos puntos suficientes. El objetivo en las siguientes carreras es seguir al mismo nivel pero conseguir el máximo de puntos posibles. Con tal desventaja no puedes pensar en el futuro. Tienes que dar el máximo cada carrera y en este deporte no hay nada determinado hasta que se ha acabado del todo. Para rendirse ahora es mejor quedarse en casa”, razona el piloto italiano, que la próxima temporada compartirá equipo con Maverick Viñales.