El enojo por sentirse menospreciado por la marca que le fichó para ser su estrella y una nueva solución en el depósito de su GP18 para paliar el agotamiento físico han contribuido a que Jorge Lorenzo haya podido reivindicar su estatus con un recital en Mugello tras las declaraciones de Claudio Domenicali. [Así te hemos contado el Gran Premio de Italia de MotoGP]
El consejero delegado de Ducati dejó claras las intenciones de la fábrica de Borgo Panigale respecto a su futuro del piloto español vestido de rojo. Unas manifestaciones que tuvieron la réplica inmediata. “No soy un gran piloto, soy un campeón”, argumentó el piloto español, que ha logrado su primera victoria con Ducati después de que la fábrica italiana ya no haga planes de futuro con él. Un triunfo que llega demasiado tarde, aunque demuestra su testarudez y empeño hasta lograr su objetivo.
Lorenzo, que partía desde la segunda posición de la parrilla, se colocó en cabeza al afrontar el primer viraje y ya nadie fue capaz de destronarle porque marcó un ritmo tan contundente que hasta para Andrea Dovizioso, su compañero de equipo, fue imposible darle caza. “Tomamos una decisión equivocado con el neumático delantero. Jorge ha hecho una carrera perfecta”, reconoció el piloto italiano.
Márquez, conocedor de las intenciones de Lorenzo, hizo una fulgurante salida desde la sexta posición y se colocó tercero después de sacar de la pista a Danilo Petrucci en la segunda curva en una maniobra demasiado arriesgada. No quería dejar escapar al piloto español de Ducati y, dos vueltas después, superó a Valentino Rossi en la frenada de la peligrosa curva 1 cuando hasta seis pilotos se habían quedado ya fuera de la carrera tras sufrir alguna caída.
Un aviso que terminó confirmándose cuando sólo habían transcurrido cinco giros. Márquez se fue al suelo en la curva 10, aunque intentó salvar la caída agarrado al manillar de su Honda RC213V hasta que llegó a la grava. Pese a todo, regresó a la carrera aunque se quedó fuera de los puntos tras concluir decimosexto.