Cuando el año pasado, durante la conferencia de prensa del Gran Premio de Aragón, le preguntaron qué curva le gustaría que llevara su nombre, Marc Márquez no lo dudó: la curva 10 de MotorLand. Un curvone de izquierdas, como era esperar dada su cadencia a girar en ese sentido, posterior al sacacorchos. Un punto espectacular y rápido, en el que los pilotos ofrecen increíbles tumbadas manteniendo el puño del gas a fondo. A la hora de comer y bajo un calor asfixiante, el líder de MotoGP ha inaugurado el monolito que se ha instalado en dicho punto del circuito ubicado a las afueras de Alcañiz.
Obra del escultor alcañizano José Miguel Abril, el bloque de piedra arenisca tiene un peso de seis toneladas y una inclinación de 22 grados. Tallado sobre el monolito, el número 93 del piloto español del equipo Repsol Honda y su característica hormiga.
“Me hace especial ilusión, sobre todo por el sitio. Desde la primera vez que vine, me encantó MotorLand y está cerca de mi campo base en Cervera. Estas cosas me dan respeto”, ha valorado Márquez antes de pasar a exponer por qué escogió la curva 10.
“Tenía que ser de izquierdas, porque son las que mejor se me dan. Sales en segunda y entras en tercera. Llega un punto en el que la cabeza te pide cortar, pero el corazón te dice que le eches un par. Cuando estoy rodando en MotorLand, estoy deseando llegar a esa curva y es una de las ciegas más bonitas”, ha señalado el líder de MotoGP, que cuenta con 67 puntos de ventaja sobre Andrea Dovizioso cuando llega a un circuito en el que ha ganado los dos últimos años y en tres ocasiones en el último lustro mientras que el mejor resultado del piloto italiano de Ducati fue la quinta posición lograda en 2015.
Con seis carreras por delante, una victoria de Márquez en MotorLand unida a una tercera posición o un peor resultado de Dovizioso y Rossi le harían disponer de su primera bola de partido para ser campeón del mundo en el Gran Premio de Tailandia, el próximo 7 de octubre.
“El Gran Premio de Aragón lo tengo marcado como un lugar en el que atacar, pero no es fundamental ganar. La clave es puntuar en todas las carreras. No se puede desaprovechar la oportunidad que tenemos por ponerle demasiado corazón. Mentalmente aplico la típica frase que siempre me decían mis abuelos: la avaricia rompe el saco. Hay que ir con calma, no hace falta correr. En 2014 quise correr más de lo que podía y fallé dos carreras seguidas. Toca ir con paciencia y buscando el objetivo final, que es el título. No importa dónde ni cuándo, pero intentaremos hacer un buen fin de semana aquí”, ha reflexionado Márquez, que si sube a lo más alto del podio igualaría las 41 victorias de Mike Hailwood en todas las categorías con Honda.