Han transcurrido dos semanas desde que Jorge Lorenzo sufriera una escalofriante caída a 150 km/h en la segunda sesión de entrenamientos en el circuito de Buriram. Un accidente que le obligó a perderse el Gran Premio de Tailandia tras serle diagnosticada una microfractura en el radio de su muñeca izquierda. El piloto de Ducati decidió no regresar a Europa y se desplazó a Phuket, donde alternó la piscina y el gimnasio como preparación para el circuito Twin Ring Motegi, la cita que abre el triple transoceánico que a lo largo de tres semanas consecutivas llevará a los pilotos a Japón, Australia y Malasia antes de cerrar la temporada en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, el próximo 18 de noviembre.
El español no las tenía todas consigo y al llegar a Japón acudió al hospital de Mito, la localidad más próxima al circuito Twin Ring Motegi, para realizarse nuevas pruebas porque el dolor persistía. Un escáner ha revelado que la fractura en el radio de su muñeca izquierda es completa. “La lesión no ha mejorado prácticamente en los últimos días, el dolor se mantenía ahí y las sensaciones eran malas. Cuando llegué al circuito decidí hacerme otro escáner en Mito, que demuestra que la lesión no ha mejorado y que incluso se ve fracturada por completo. Me encuentro triste, porque éste es un circuito de los que más me gusta y en el que podía hacerlo bien, pero va a ser complicado. Voy a intentar probar mañana”, ha señalado Lorenzo que, tras los tres ceros consecutivos de Misano, MotorLand y Buriram, sus opciones de subir al podio final de MotoGP se evaporan. Por lo tanto, no tiene mucho sentido arriesgar con una lesión delicada en un trazado de fuertes frenadas.
“La lesión es más grave de lo que pensaba y necesita más tiempo inmovilizado para que se cure totalmente, para que suelde del todo. Dicen 40 días, pero no sé hasta qué punto se puede soldar. Las sensaciones no son buenas, pero ya que estoy aquí hay que probar. Quizás me sorprenda, porque a veces te subes en la moto y te puedes sorprender, pero no me espero encontrarme muy bien”, ha explicado Lorenzo, quien teme que con el esfuerzo de las frenadas el hueso termine desplazándose. “El dolor no me preocupa, con anestesia o calmantes lo puedes llevar. Lo que me preocupa es que el hueso se mueva”, ha concluido el piloto de Ducati antes de probarse en el Gran Premio de Japón.