Una semana después de proclamarse pentacampeón del mundo de MotoGP, el título no ha hecho relajarse a Marc Márquez. Más bien, todo lo contrario porque el objetivo al final de la temporada pasa por la triple corona. Con botas y guantes en homenaje al australiano Mick Doohan, con el que ha empatado a cetros en la clase reina, el flamante campeón ha conseguido un nuevo hito en el circuito donde reinó Casey Stoner hasta su retirada al final de la temporada 2012. El piloto español del equipo Repsol Honda ha logrado su quinta pole consecutiva en Phillip Island e iguala las conseguidas por el aussie. A todo esto, su pole número 51 en la clase reina le permite igualar las conseguidas por Valentino Rossi en la era MotoGP.
Con unas condiciones meteorológicas pésimas, en las que el fuerte viento y las bajas temperaturas fueron las protagonistas a lo largo del día, las primeras gotas de lluvia asomaron justo antes del inicio de la sesión de clasificación. El español, junto con Jack Miller, Andrea Iannone y Álex Rins, fueron los primeros en reaccionar y se agolparon al final del pit lane antes de que el semáforo se pusiera en verde. Todos ellos, con neumáticos lisos antes de que la lluvia fuera a más.
Con Márquez en cabeza después de un fin de semana irregular en el que ha sufrido dos caídas y múltiples sustos, apareció Maverick Viñales. El piloto español de Yamaha se situó segundo en los compases finales en un circuito en el que disfruta y que le ha permitido firmar su mejor actuación de una temporada complicada en la que las expectativas se han diluido por los graves problemas que atraviesa Yamaha. La primera línea de la parrilla de salida la cerró el francés Johann Zarco.
Andrea Iannnone, Álex Rins y Jack Miller completan la segunda línea de una parrilla en la que para encontrar a Rossi hay que ir una línea más atrás.