La única victoria de Yamaha la pasada temporada llegó gracias a su victoria en Phillip Island, donde reivindicó su estatus dentro de la fábrica de Iwata. “El mensaje que quiero darle a Yamaha es que confíen en mí y en mi pilotaje, porque eso es lo que me ha llevado a ganar carreras. Eso es lo que necesito: una moto que se adapte a mi pilotaje”, reclamó Maverick Viñales el pasado mes de octubre. Lo que el piloto español pedía a gritos era una moto que le permitiera entrar mejor en curva y levantarla más rápido para que se adaptase lo más posible a su estilo de pilotaje.
Parece que la marca japonesa le ha escuchado porque ha comenzado la temporada como la inició en 2017, cuando lideró de forma explosiva el primer tercio del campeonato antes de que comenzaran los problemas de Yamaha.
“Tenemos una moto competitiva para comenzar fuertes”, avisó nada más aterrizar en el Gran Premio de Qatar. Una advertencia que ha confirmado este sábado, al conseguir la pole en el circuito de Losail por delante de Dovizioso y Márquez.
No quería que nadie siguiera su rueda, por eso esperó paciente en el box hasta que el panorama se despejó y en la primera vuelta lanzada ya consiguió ser el más rápido (1:53.844). Algo que ratificó en su segunda salida a pista con crono de 1:53.546, que le permitió batir el récord de la pole de Zarco logrado la pasada temporada.
Como ya avisó en pretemporada Márquez, Dovizioso jugó al escondite en pretemporada para destaparse en la sesión de clasificación. Mucho más complicada fue la jornada del vigente campeón del mundo. El español, que sufrió dos caídas en las dos últimas sesiones libres, se pegó a la rueda de Petrucci pero al final el italiano terminó frenándole en su último giro.
Lorenzo y Rossi protagonizaron la otra cara de la moneda en sus respectivos equipos. El mallorquín comenzó el día con una caída en la curva 6 que le llevó al centro médico, donde le detectaron una contusión en la espalda. Tuvo que pasar por la repesca, pero una nueva caída en la curva 2 le apartó del pase a la clasificación.
Lorenzo tomará la salida desde la decimocuarta posición, justo por delante de Rossi. El piloto italiano tampoco fue capaz de superar la repesca con una moto que parece no adaptarse a su estilo.