El día amaneció cubierto de nubes en Le Mans y con una fina lluvia intermitente que dio más de un quebradero de cabeza a los pilotos porque el asfalto no terminaba de empaparse y la elección de los neumáticos para la sesión de clasificación se antojaba complicada. Ante esta situación, Marc Márquez fue consciente de que tocaba arriesgar desde el inicio con neumáticos de lluvia pese a que Valentino Rossi había conseguido superar la repesca con gomas lisas. “Era un día para lograr pole o terminar duodécimo, tranquilamente. He salido a darlo todo. Estoy contento porque era uno de esos días en los que hay riesgo y porque he logrado la pole en unas condiciones en las que me suele costar”, analizó el líder de MotoGP tras igualar las 55 poles logradas por Rossi en MotoGP.
Márquez, que ya había sufrido una caída al inicio de la última sesión libre cuando se fue al suelo en la curva 9, comenzó al ataque en la clasificación y logró el mejor tiempo (1:40.952) en su primera vuelta lanzada. Un registro que ni él mismo fue capaz de mejorar porque acto seguido se fue de nuevo al suelo, aunque con los deberes hechos. Esta vez fue en la curva 6 (La Chapelle), donde deslizó sin soltar el manillar de su Honda RC213V y, sin daños de gravedad en su montura, optó por no regresar al box y completar el entrenamiento con la misma moto.
Márquez, que suma 83 poles en el campeonato del mundo, estará acompañado en la primera línea de la parrilla de salida por las Ducati de Danilo Petrucci (segundo) y Jack Miller (tercero). Andrea Dovizioso abrirá la segunda línea, junto a Rossi. El italiano, al que le funcionó la estrategia de montar neumáticos lisos para superar la repesca, erró en la sesión de clasificación y rápidamente regresó al box para cambiar por gomas de lluvia. Franco Morbidelli, otro superviviente de la repesca, completará la segunda línea.
Jorge Lorenzo (octavo) ha mostrado una significativa mejoría en Le Mans, donde el piloto español ha vuelto a emplear la silleta original de Honda.