Durante los test previos a la disputa del Gran Premio de la República Checa en el Autónomo de Brno, Valentino Rossi tuvo la oportunidad de probar la nueva Yamaha M1. El italiano conducirá dicho modelo durante el próximo campeonato del mundo de MotoGP, por lo que pudo experimentar sus primeras sensaciones. No obstante, no quedó del todo conforme y se encargó de reflejarlo al finalizar la carrera del domingo.
En primer lugar, Rossi hizo hincapié en que la nueva Yamaha necesita mejoras importantes y no cambios pequeños, pero también corroboró que quedan más test por delante para seguir experimentando y evaluando qué modificaciones se pueden realizar: "Necesitamos más caballos y ellos lo saben, no mejoras pequeñitas. Nos queda el test de Misano, y luego los test invernales de noviembre y diciembre. Hay que esperar, allí probaremos más".
El italiano también alabó el trabajo del resto de equipos y aseveró que queda un trabajo muy intenso por delante por hacer para poder competir al máximo nivel: "Sé muy bien que nuestros rivales están trabajando muy duro, esto solo fue una primera prueba. Queda mucho trabajo por hacer".
La perspectiva de Viñales
Por otra parte, Maverick Viñales también fue otro piloto que pudo subirse a la nueva Yamaha, y el español también quiso dar buena fe de sus impresiones al respecto: "Probé la nueva M1 durante algunas vueltas y fui rápido, y eso siempre importante. Pero lo hice cuando la pista tenía mucho agarre, así que no puedo decir mucho en realidad. No sé si el camino es el correcto".
Además, Viñales también quiso hacer un matiz a las anteriores declaraciones de Rossi y dijo que, aunque el modelo tenía más caballos de los que había dejado a entender el italiano, seguían sin ser suficientes pese a tratarse tan solo de un prototipo: "Hay unos cuantos caballos más pero siguen siendo pocos. Pero es solo un primer prototipo".
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