Cervera, el pueblo amurallado que ha visto crecer a los hermanos Márquez, espera impaciente la llegada de sus ilustres vecinos después de un periplo transoceánico en el que ambos regresan a casa con un título de campeón del mundo debajo del brazo. No habrá jornada de reflexión previa a las elecciones del próximo 10-N en la capital de la comarca de la Segarra, porque el próximo sábado sus habitantes se echarán a la calle para celebrar con los hijos de Julià y Roser sus triunfos en una temporada en la que, por segunda vez en la historia, dos hermanos se proclaman campeones el mismo año después de que ambos lo lograran en 2014. Juntos, suman la friolera de 10 cetros mundiales repletos de juventud.
Como hace cinco años, Marc tomó la delantera y cerró la corona en Tailandia a la primera. Álex ha tenido que esperar hasta la penúltima cita del año, después de disponer de su primera oportunidad la pasada semana en Australia. El pequeño de los Márquez, tres años menor que su hermano, ha protagonizado una temporada sólida en la que se hizo con el liderato en Alemania, justo antes del parón veraniego, y ha firmado cinco victorias, 10 podios y seis poles.
Llegó al Gran Premio de Malasia algo tenso, después de finalizar octavo en el Gran Premio de Australia. Fue entonces cuando, siguiendo el consejo de su hermano, recuperó el flow perdido en la carrera de Phillip Island. “Déjate llevar y sigue tu instinto”. Sabio consejo de hermano mayor.
Álex Márquez, que partía desde la pole, se vio superado en la salida por Brad Binder aunque el quid de la cuestión radicaba en contener a Thomas Luthi por detrás de él. Así finalizó una carrera tensa en la que el pequeño de los hermanos Márquez puede presumir de ser bicampeón del mundo después del título de Moto3 logrado en 2014.
“Cuesta que salgan las palabras ahora. Ha sido una carrera durísima. He estado en el suelo muchas veces, pero valía la pena arriesgar. Hemos tirado muy fuerte hasta el final y estoy muy feliz. No puedo describirlo con palabras. Gracias al equipo por cómo me han apoyado cuando he estado mal. Lo celebraremos por todo lo alto. Un saludo a mamá, que papá está aquí”, han sido las primeras reflexiones del flamante campeón tras una temporada, su quinta en Moto2, en la que decidió renovar su equipo técnico y confiar en la experiencia del técnico David García.