Fue recibido en el box entre aplausos y cánticos. “Jorgeee Lorenzooo, looo, looo, looo”, cantaron todos los integrantes del Repsol Honda cuando el piloto español llegó al garaje del equipo oficial de la fábrica del ala dorada para la foto oficial de la conquista de la triple corona (títulos de piloto, equipo y constructor). Allí le esperaba Marc Márquez, ganador de una carrera en la que él finalizó decimotercero. Ni corto ni perezoso, el flamante campeón del mundo de MotoGP levantó en volandas a su compañero en la campaña que finaliza y que supone la retirada de la competición del pentacampeón del mundo.
“Estoy más feliz y, sobre todo, más libre que después de ganar una carrera o un campeonato. Tengo esa sensación de felicidad, de libertad, de estar orgulloso y agradecido”, fueron las primeras palabras de un sonriente Lorenzo en su despedida del Campeonato del Mundo. Un paddock que le ha despedido con infinitas muestras de cariño, algo que le ha sorprendido gratamente.
“Es imposible elegir un mensaje. Puedo elegir los abrazos, los agradecimientos que me ha dado la gente que está más próxima y a la que más cariño tengo. En general, si hacemos un balance de estos cuatro días, me ha sorprendido ese cariño, ese amor y esos comentarios que he recibido de todo el mundo a través de las redes sociales y los abrazos que me han dado en persona. No podía imaginar un fin de semana así, con esa muestra de cariño y respeto de todos”, ha reflexionado antes de comenzar una nueva etapa tras 18 temporadas en la competición.
Una nueva vida que comenzará con parada en Bali. “Tengo el billete de ida, pero no de vuelta. Los indonesios me aprecian mucho y me tratan muy bien. Siempre me ha gustado el sol y quiero escapar un poco de este frío invierno. Voy a relajarme e igual me dejo crecer un poco la barba, que he perdido por el estrés y la presión que he tenido este año”, ha bromeado antes de comenzar a replantearse su futuro.
“Cuando regrese, será importante analizar un poco cómo está la situación y qué es lo que me apetecerá hacer. No estoy cerrado a nada. Mi objetivo ahora pasa por disfrutar y, simplemente, hacer lo que me apetezca. Y vivir la vida, que sólo es una”. Palabra de un gran campeón.