La carrera número 900 en la historia de la categoría reina tuvo un final de infarto en el que Miguel Oliveira se estrenó en lo más alto del podio de MotoGP en la casa de KTM al aprovechar los errores de Jack Miller y Pol Espargaró, que se fueron largos en la última curva cuando ambos peleaban por la victoria. El portugués escribe su nombre con letras de oro en la historia del motociclismo y su victoria, unida a la de Brad Binder en Brno, obliga a la marca austriaca a perder sus privilegios en el sistema de concesiones que, visto lo visto, ya no necesita.
La carrera en el Red Bull Ring comenzó con una manifiesta superioridad de Joan Mir, que el pasado fin de semana obtuvo su primer podio en MotoGP en idéntico escenario. El piloto español de Suzuki cobró ventaja en las primeras vueltas y se lanzó en busca de su primer triunfo en la categoría reina hasta que apareció la bandera roja en pista cuando restaban 12 vueltas para el final.
Una bandera roja propiciada por el brutal accidente de Maverick Viñales, que se vio obligado a tirarse de su Yamaha YZR-M1 a una velocidad de unos 220 km/h al quedarse sin frenos al final de recta. El español salió totalmente ileso pero no así su moto, que impactó contra las protecciones y comenzó a arder.
Viñales no fue el único piloto de Yamaha que sufrió problemas con los frenos. Así lo constataron Valentino Rossi, que finalizó noveno, y Fabio Quartararo, decimotercero. El francés se mantiene al frente de la clasificación general, pero ha visto como su renta se ha reducido a tres puntos sobre Andrea Dovizioso, que finalizó quinto, y 14 sobre Miller.