Marc Márquez volverá a competir en el Mundial de MotoGP. Solo se ha perdido dos carreras y quiere recuperar las sensaciones. El campeón del mundo, tras casi un año de infierno por su lesión en el húmero y hasta tres operaciones, ha relatado la dureza del proceso en la rueda de prensa desde el circuito.
El de Cervera ha confesado que llegó a dudar de si podría seguir con su carrera profesional e incluso de si tendría "un brazo normal". Pasó por quirófano en julio de 2020 tras su caída en Jerez. Poco después, y ante las complicaciones que surgieron, volvió a tener que ser intervenido. Y, tras esa segunda operación en agosto, volvió a ponerse en manos de los médicos en noviembre. Una operación de varias horas y que, por fin, supuso el inicio de una larga recuperación que ha llegado a su fin.
"El momento más duro, si tengo que elegir uno, fue sobre octubre o noviembre. Llevaba dos meses de la segunda operación, casi tres, y veía que no funcionaba algo. Los doctores no sabían identificar el qué, pero veía que no funcionaba algo. Hiciese lo que hiciese, había semanas que hacía gimnasio, semanas que estaba completamente parado y la sensación del brazo no cambiaba", ha relatado en rueda de prensa.
"Me hacía analíticas y todo estaba bien, pero notaba que no estaba todo bien". Todo eran sensaciones por encima de los partes médicos. "Decidí operarme porque algo no estaba funcionando y así me lo recomendaron los doctores. Salió la infección, pero era tan leve que no había síntomas. Me costaba coger una botella de agua en casa, me ponía nervioso, lo pagaba con los míos. Fueron 10 días duros tras la tercera operación, pero ya pasó todo", ha confesado ante los medios. Cabe recordar que, tras pasar por quirófano la segunda vez, desde Honda se explicó que la placa había sufrido daños por abrir un ventanal en casa.
"Fue difícil tomar la decisión de no competir en Catar. Me sentía preparado, pero no al 100% y los médicos decicieron pararme. Seguí su consejo, pero han sido 9 meses muy difíciles con las dudas, no solo de si volvería a montar, sino las dudas de si tendría un brazo normal. Siempre he mantenido el optimismo, ha sido clave, sobre todo las personas de mi entorno que me han ayudado", concluyó Marc Márquez. Este fin de semana, en Portimao, el de Cervera volverá a subirse a una moto.
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