Nueve meses en el dique seco tras fracturarse el húmero de su brazo derecho en la primera carrera de 2020, tres operaciones y un calvario para recuperar la movilidad de la extremidad. Marc Márquez regresa a la competición en el Gran Premio de Portugal, donde tomará la salida desde la sexta posición tras una jornada complicada en la que al final ha conseguido salvar los muebles.
El piloto del equipo Repsol Honda se vio obligado a pasar por una repesca en la que marcó de cerca a Joan Mir en la repesca, aunque finalmente consiguió marcar su mejor crono solo en la última vuelta y meterse primero en la Q2 al ser 49 milésimas más rápido que el vigente campeón del mundo de MotoGP.
En la sesión de clasificación permaneció en el box más de 10 minutos estirando su brazo derecho antes de salir a pista cuando restaban poco menos de cinco minutos para el final. No pudo entrar en la pelea por la pole, pero la rueda de Álex Rins le sirvió para marcar un buen crono y finalizar sexto tras la cancelación de la mejor vuelta de Pecco Bagnaia, que le había colocado en cabeza, por no respetar la bandera amarilla tras la caída de Miguel Oliveira.
De esta forma la pole fue a parar a manos de Fabio Quartararo, que logra la primera de la temporada y la undécima en la categoría reina después de imponerse en el Gran Premio de Doha hace dos semanas.