Como en los viejos tiempos. Marc Márquez ha vuelto a Sachsenring, circuito fetiche para él, y todos los focos apuntan hacia él. Que haya ganado siempre allí desde 2010 hace que nadie se fíe del piloto de Cervera pese a que sus limitaciones esta temporada son obvias. El propio Marc no apuesta por su victoria o hacer podio, pero se respira un aire de desconfianza en lo que respecta a sus verdaderas posibilidades.
Márquez puso tierra de por medio en la primera sesión de libres y marcó el mejor tiempo de todos. En la segunda no intentó el 'time attack', quedó duodécimo, pero lo hizo como tiempo atrás, dejando lo bueno para el sábado y el domingo tal y como hacía en 2019, antes de su dichosa lesión.
El viaje al pasado de Marc no termina ahí, que llegó a rodar con la misma configuración que empleó en la última carrera que ganó en Sachsenring, el compuesto duro delante y el intermedio en el eje trasero. Por si fuera poco, para olvidarse del presente que le toca vivir esta temporada, Márquez estrena en Alemania un diseño 'retro' en todo su equipamiento, desde el casco a las botas pasando por los guantes, al más puro estilo años 70 y 80.
La realidad es que es otro Márquez el que se está viendo y se verá este fin de semana. Primero porque tendrá menos limitaciones ("o ninguna", dijo el jueves) porque es un circuito a izquierdas. El piloto catalán sufre si hay cambios de dirección a alta velocidad y en Sachsenring solo hay uno: "Uno a la vuelta lo puedes hacer. Si son varios, como en Mugello, te cansas más. A izquierdas no siento ninguna limitación; a derechas, sí, pero sólo tenemos tres curvas. El brazo lo va a soportar mejor", dijo antes de los libres.
Por otra parte, el mejor aliado de Marc es el tiempo y ya han pasado meses desde su regreso a la pista. Físicamente, cada vez está mejor y se va creciendo a medida que le van quitando los antibióticos que le "chafan" física y anímicamente.
Márquez llama a la calma
Ahora, ¿cómo lo ve el propio piloto?: "La pole será muy difícil, primero entrar en Q2 y las dos primeras líneas será suficiente. Sí que me estoy sintiendo más cómodo de ritmo que a una vuelta", dijo Marc que antes se expresó admitiendo que no apostaría ni 10 euros por él. Quiere ir paso a paso, como se ha acostumbrado a ir en este 2021.
No apostaría 10 euros por mí a un giro
De momento, a todos los que esperan el milagro les pide paciencia: "Son 27 vueltas seguidas o treinta mejor dicho, no voy a regalar vueltas, pero sí que es verdad que será una carrera larga y difícil y aunque de momento hoy estaba bastante bien, más cómodo que en otros circuitos, como en Mugello o Montmeló, tendremos que ver cómo va durante el fin de semana, lo dije ayer y lo vuelvo a repetir hoy, me he encontrado más cómodo pero no puedo pretender estar luchando en la segunda clasificación, hacer el mejor tiempo y ganar carreras", recalcó este viernes.
"No sería realista, sería humo, así que vamos a un objetivo realista que es intentar en los terceros libres entrar en la segunda clasificación, lo que ya sería un paso importante que esta temporada sólo lo he hecho una vez, en Le Mans, por las condiciones, así que a ver si podemos hacer eso e intentar seguir trabajando para tener todo lo demás", añadió.
Para Marc bastará con estar cerca de los primeros, "no por delante", recalcó. Tiene mucho mejor ritmo que en Grandes Premios pasados, pero no quiere arriesgar tal y como le han ido recomendando los médicos durante semanas. Pero con esos aires 'retros' y esos guiños a su propio pasado da para creer: "Mañana ya será tiempo de atacar", dijo Márquez.
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