La carrera profesional de Maverick Viñales siempre ha sido una continua montaña rusa. Altos, bajos, espantadas y tensión dentro de su equipo han sido la tónica habitual. Desde que llegó a Yamaha ya acumula tres jefes de mecánicos diferentes y, a buen seguro, el italiano Silvano Galbusera no será el último. Su relación con Yamaha atraviesa momentos de tensión tras sus declaraciones en las últimas fechas, pero el piloto español ha sido capaz de desquitarse en seis días. De terminar último en la carrera de Sachsenring del pasado domingo a conseguir la primera pole de la temporada en Assen. Maverick Viñales, en estado puro.
El español ha protagonizado una intensa pelea en la lucha por la pole con Fabio Quartararo, su compañero de equipo, al que ha terminado batiendo por sólo 71 milésimas y fulminando el récord de la pole (1:31.814) de Assen, en poder del francés (1:32.017) desde 2019.
Maverick Viñales ha llegado al circuito holandés desatado, siendo capaz de liderar los tres primeros entrenamientos libres del fin de semana y hacerse con la pole. Ahora queda lo más difícil, ganar la carrera para afrontar el parón estival con un buen sabor de boca.
Es complicado explicar el paso hacia delante dado por español en Assen, un circuito que le encanta y donde ganó en 2019. La argumentación que él da es que la Yamaha YZR-M1 tiene agarre en el reasfaltado trazado holandés, aunque también aseguró el pasado jueves que iba a copiar la puesta a punto de su compañero de equipo.
La primera línea de la parrilla de salida la completó Pecco Bagnaia, que tuvo que pasar por la repesca. El que no superó la Q1 fue Marc Márquez. El español, ganador de la carrera del pasado domingo en Sachsenring, sufrió una caída en los segundos finales de la sesión y este domingo partirá desde la vigésima posición.