Una mala salida por problemas con el embrague, y en la que casi se tocó con Fabio Quartararo, acabó con las opciones de victoria de Maverick Viñales en Assen mientras su futuro se aleja de Yamaha. El español, al que le resta un año de contrato con la fábrica de Iwata, busca su salida con rumbo a Aprilia. “Ahora, de momento, vamos al parón veraniego y veremos. Por supuesto que salir de Yamaha es una opción y lo estoy pensando desde principio de temporada porque no soy capaz de desplegar todo mi potencial”, ha señalado tras una carrera en la que finalizó por detrás de su compañero de equipo y escenificó en el podio la distancia que le separa de los hombres vestido de azul.
La otra cara de la moneda en Yamaha fue la aplastante superioridad del piloto francés, que sólo necesitó seis vueltas para marcar distancias y lanzarse hacia su cuarto triunfo del año, que le permite consolidarse al frente de la clasificación general de MotoGP con una ventaja de 34 puntos sobre su compatriota Johann Zarco y 47 sobre Pecco Bagnaia, que vio arruinada sus opciones cuando tuvo que cumplir con la sanción de long lap penalti por sobrepasar los límites de la pista.
Quartararo tomó la delantera en la salida, pero antes de completar la primera vuelta se vio superado por Bagnaia gracias a potente motor de la Ducati Desmosedici GP21. Lo intentó varias veces El Diablo, hasta que lo terminó consiguiendo en la sexta vuelta y comenzó a abrir hueco. La sanción de Bagnaia hizo que Maverick Viñales se situara segundo, pero su compañero de equipo ya estaba demasiado lejos para intentar la gesta tras perder muchísimo tiempo para superar a Takaaki Nakagami.