Restan tres citas para el final de la temporada y Fabio Quartararo llega a Misano con una renta de 52 puntos sobre Pecco Bagnaia, el único piloto que puede impedirle proclamarse campeón del mundo de MotoGP. El francés necesita terminar la carrera por delante de su rival en un circuito donde hace poco más de un mes el italiano finalizó por delante de él y logró su segunda victoria consecutiva del año. La batalla se presenta apasionante después de que el piloto de Ducati haya logrado su cuarta pole seguida de la temporada -la quinta del año- y El Diablo haya quedado relegado a la decimotercera posición de la parrilla de salida.
El estado de la pista, debido a las condiciones meteorológicas, complicaron la existencia a ambos rivales, que no fueron capaces de clasificarse directamente para la Q2 y tuvieron que pasar por la repesca. Bagnaia superó el trance con holgura, mientras que Quartararo naufragó y finalizó decimotercero en un día clave para sus aspiraciones.
La mejor noticia para el francés es que este domingo se espera que la carrera sea en seco, mientras que la peor es que para remontar necesita superar al batallón Ducati que, obviamente, trabajará para proteger a su jefe de filas.
La sesión de clasificación fue delicada por el estado de la pista y hasta cinco pilotos se fueron al suelo en sólo 15 minutos. El primero en llevarse un buen susto fue Marc Márquez, que nada más salir a la pista a punto estuvo de salir por orejas en la curva 2 dos. Sus pies llegaron a elevarse hasta el depósito, pero se aferró al manillar de su Honda RC213V con fuerza y salvó la caída para finalizar en la séptima posición de la parrilla.
La sesión de clasificación fue una exhibición de Ducati, porque Jack Miller y Luca Marini acompañarán a Bagnia en la primera fila de la parrilla de salida. El australiano está dispuesto a proteger a toda costa los intereses de su compañero de equipo, como ya ha dejado claro en sus redes sociales.